Capítulo primero. Caracteres generales de la amistad.
Es necesaria para la vida del hombre; su importancia individual: su importancia política. – La amistad es tan honrosa como necesaria. – Teorías diversas sobre la amistad y el amor. Explicaciones físicas: Eurípides, Heráclito, Empedocles. La amistad y el amor deben estudiarse en el hombre, 211
Capítulo II. Del objeto de la amistad.
El bien; el placer y el interés son las tres únicas causas que pueden dar lugar a la amistad. – Del gusto que se experimenta por las cosas inanimadas. – Benevolencia recíproca pero ignorada. Para ser verdaderamente amigos, es preciso conocerse y saber directamente el bien que se desean el uno al otro, 213
Capítulo III. Especies de amistad.
La amistad reviste el carácter de los motivos que la inspiran; y como ellos es de tres especies: por interés, por placer y por virtud. – Fragilidad de las dos primeras especies de amistad; los ancianos sólo aman por interés; y los jóvenes por placer. Amistades pasajeras de la juventud. – La amistad por virtud es la más perfecta y la más sólida. Pero también es la más rara; sólo se forma con el tiempo, y debe ser igual de una y otra parte, 215
Capítulo IV. Comparación de las tres especies de amistad.
Las amistades por interés duran lo que dura el interés mismo; las amistades por placer pasan generalmente con la edad; la amistad por virtud es la única que merece verdaderamente el nombre de amistad; y la única que resiste a la calumnia. – Las otras sólo son amistades en cuanto se parecen a esta, bajo ciertos puntos de vista, 218
Capítulo V. Distinción de la disposición moral y del acto mismo con relación a la amistad.
Puede ser uno sinceramente amigo sin ejercer actos de amistad: efectos de la ausencia. – Los ancianos y los de carácter rudo y austero son poco inclinados a la amistad. – La vida común es sobre todo el fin y la señal de la verdadera amistad. Alejamiento de los ancianos y de las personas de mal humor de la vida común: no por eso su afección puede ser menos verdadera, 220
Capítulo VI. La verdadera amistad no se extiende a más de una persona.
Las relaciones muy numerosas no pueden ser profundas. – La amistad por placer se aproxima más a la verdadera que la amistad por interés. – Amistades de los ricos: tienen amigos muy diversos; la verdadera amistad es muy rara respecto de ellos. – Resumen sobre las dos especies inferiores de amistad, 222
Capítulo VII. De la amistad o afección respecto de los superiores.
El padre y el hijo: el marido y la mujer; el magistrado y los ciudadanos. – Para que la amistad nazca y subsista, es preciso que la distancia entre las personas no sea muy grande; relación de los hombres con los dioses. – Cuestión sutil que esta consideración suscita, 223
Capítulo VIII. En general se prefiere ser amado a amar.
Papel del adulador. – De la causa que motiva el que se busque la consideración de los hombres que ocupan un alto puesto. – Ejemplo del amor materno. – La reciprocidad de afecto es principalmente sólida cuando se funda en el mérito especial de cada uno de los amigos; relación entre gentes desiguales. – Ridículo en que caen los amantes. – Relaciones entre los contrarios; no tienden el uno hacia el otro, sino que tienden al justo medio, 225
Capítulo IX. Relaciones de la justicia y de la amistad bajo todas sus formas.
Leyes generales de las asociaciones, cualesquiera que ellas sean. Todas las asociaciones particulares no son más que partes de la gran asociación política. Cada cual concurre en el Estado al interés común, que es el fin de la asociación general. – Fiestas solemnes; sacrificios, banquetes; origen de las fiestas sagradas, 227
Capítulo X. Consideraciones generales sobre las diversas formas de gobiernos.
Reinado, aristocracia, timocracia o república. Divisiones de estas tres formas: la tiranía, la oligarquía, la demagogia. – Sucesión de las diversas formas políticas. – Comparación de los diferentes gobiernos con las diversas asociaciones que presenta la familia. – Relaciones del padre a los hijos; poder paterno entre los persas; relaciones del marido a la mujer; relaciones de los hermanos entre sí, 229
Capítulo XI. Relación entre los sentimientos de amistad y de justicia bajo todas las formas de gobierno.
Los reyes, pastores de los pueblos. – Beneficios de la asociación paterna. La afección del marido por la mujer es aristocrática; la de los hermanos entre sí es timocrática. – La tiranía es la forma política en la que no hay, ni afección, ni justicia; la democracia es la forma en que se encuentran más estas cualidades, 231
Capítulo XII. De las afecciones de familia.
De la ternura de los padres para con sus hijos y de los hijos para sus padres; la primera es en general más viva que la otra. – Afección de los hermanos entre sí: motivos en que se apoya. – Afección conyugal: los hijos son un lazo más entre los esposos. – Relaciones generales de justicia entre los hombres, 233
Capítulo XIII. De las quejas y reclamaciones con relación a las distintas clases de amistad.
Las quejas y las reclamaciones no son de temer en las amistades por virtud; son más frecuentes en las amistades por placer; se producen sobre todo en las relaciones por interés. – Dos especies de relaciones interesadas: una puramente moral, otra legal. – De las reglas que deben seguirse en el justo reconocimiento y pago de las deudas o de las obligaciones que se han contraído. – ¿Debe medirse el valor de un servicio por la utilidad del que se aprovechó de él, o por la generosidad del que lo hizo? Diferentes sentimientos del favorecido y del bienhechor. – Superioridad de las amistades por virtud, 235
Capítulo XIV. De los disentimientos en las relaciones en que uno de los dos es superior.
Cada cual saca de la amistad lo que puede sacar; el uno, el honor; el otro, el provecho. – De los honores públicos. – De las relaciones en las que es imposible al hombre hacer todo lo que debe. – Veneración debida a los dioses y a los padres. – Relaciones del padre con el hijo, 239
Continuación...
Capítulo primero. De las causas de desavenencia en las relaciones en que los amigos no son iguales.
Equivocaciones recíprocas. – El que ha hecho el primer servicio, ¿deberá ser el que fije la tasa de la remuneración? Proceder de Protágoras y de los sofistas. – Veneración profunda que debe tenerse a los maestros que nos han enseñado la filosofía. – Leyes de algunos Estados en que las transacciones voluntarias no dan lugar a acciones jurídicas, 241
Capítulo II. Distinciones y límites de los deberes según las personas.
Delicadeza de estas cuestiones. Reglas generales; excepciones; casos particulares. – Deberes para con los padres, los amigos, los hermanos, los conciudadanos; deberes para con la ancianidad. – Consideraciones que deben tenerse en cuenta en todo caso, 244
Capítulo III. Rompimiento de la amistad.
Diversas causas que pueden producirlo. No hay motivo para quejarse a no ser que uno haya sido engañado con un afecto fingido. – Hipótesis en que uno de los amigos se hace vicioso; no debe romperse la amistad mientras no se pierda la esperanza de corregirlo. – Hipótesis en que uno de los amigos se hace más virtuoso; no debe este romper la amistad absolutamente, y debe guardar siempre alguna consideración al recuerdo del pasado, 246
Capítulo IV. El amigo de sí mismo y el amigo de los demás. Retrato del hombre bueno y del malo.
La amistad que se tiene con los demás procede de la amistad que se tiene consigo mismo. No puede uno amarse a sí mismo sino en cuanto se considera hombre de bien. – Retrato del hombre de bien; está en paz consigo mismo, porque hace el bien exclusivamente en vista del bien. La vida está para él llena de dulzura. – Relaciones de la amistad y del egoísmo. Retrato del hombre malo; sus desórdenes interiores; discordias de su alma; odio a la vida; horror de sí mismo. – El suicida. – Ventajas de la virtud, 248
Capítulo V. De la benevolencia.
Difiere de la amistad y de la inclinación. – Puede recaer sobre desconocidos y es muy superficial. – Influencia del aspecto en la persona en la amistad y el amor. – Cómo la benevolencia puede convertirse en amistad. – Motivo más común de la benevolencia, 250
Capítulo VI. De la concordia.
Se aproxima a la amistad. – No debe confundírsela con la conformidad de opiniones. – Admirables efectos de la concordia en los Estados; es la amistad civil. – Efectos desastrosos de las discordias: Eterocles y Polinice. – La concordia sólo es posible entre hombres de bien. – Los malos están perfectamente en desacuerdo a causa de su desenfrenado egoísmo, 252
Capítulo VII. Del beneficio.
El bienhechor ama en general más que el favorecido. – Falsas explicaciones de este hecho singular. Indebida comparación con las deudas; Epicharmo. Explicación particular de Aristóteles. – Amor de los artistas por sus obras; amor de los poetas por sus versos. – El beneficiado es en cierta manera la obra del bienhechor. – El placer activo superior al placer pasivo. – Hay complacencia en el bien que se hace; y se estima tanto más cuanto más trabajo ha costado. – Afecto más vivo de las madres para con sus hijos, 253
Capítulo VIII. Del egoísmo o amor propio.
El hombre malo sólo piensa en sí mismo: el hombre de bien sólo piensa en hacer el bien, sin tener en cuenta su propio interés. – Sofisma para justificar el egoísmo. Es preciso distinguir lo que se entiende por esta palabra. egoísmo reprensible y vulgar. El egoísmo que consiste en ser más virtuoso y más desinteresado que todo el mundo es muy laudable. – Sacrificio en obsequio de los amigos y de la patria; desdén de las riquezas. pasión excesiva por el bien y por la gloria, 255
Capítulo IX. Sobre si hay necesidad de amigos en la prosperidad.
Argumentos en diversos sentidos. – ¿Hay más necesidad de amigos en la desgracia que en la prosperidad? – El hombre de bien no puede vivir solitario; tiene necesidad de hacer el bien a sus amigos y de ver sus acciones virtuosas: cita de Theognis. Es obrar virtuosamente contemplar a sus amigos; sentir que se obra y se vive en el seno de sus amigos es un vivísimo placer, el cual sólo se consigue en la intimidad. – El hombre dichoso debe tener amigos virtuosos como él, 258
Capítulo X. Del número de amigos.
Amigos por interés deben tenerse pocos; porque no se puede servir a todos; amigos por placer basta un corto número de ellos; amigos por virtud deben tenerse sólo los que se puedan amar con intimidad; este número siempre es muy limitado. – El amor, que es el exceso del afecto, sólo se dirige a un sólo ser. – Las amistades ilustres no han tenido nunca lugar sino entre dos; pero puede amarse a muchos de sus conciudadanos, 262
Capítulo XI. ¿Cuándo son más necesarios los amigos, en la prosperidad o en la desgracia?
Razones en ambos sentidos: la presencia de los amigos y su simpatía alivian nuestras penas y aumentan nuestra felicidad. – Se debe ser muy parco en llamar a los amigos cuando a uno le ocurre algún disgusto o desgracia, e ir espontáneamente en busca de ellos cuando sufren. – Se debe mostrar poca impaciencia en exigirles servicios, pero tampoco rehusarlos obstinadamente. – Resumen, 264
Capítulo XII. Dulzuras de la intimidad.
La amistad es como el amor; es preciso que los amigos se vean. – Ocupaciones comunes que sirven para aumentar la intimidad. – Los malos se corrompen mutuamente. – Los buenos se mejoran con su trato recíproco. – Fin de la teoría de la amistad, 266
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