Simplemente no soy de este mundo… Yo habito con frenesí la luna. No tengo miedo de morir; tengo miedo de esta tierra ajena, agresiva… No puedo pensar en cosas concretas; no me interesan. Yo no sé hablar como todos. Mis palabras son extrañas y vienen de lejos, de donde no es, de los encuentros con nadie… ¿Qué haré cuando me sumerja en mis fantásticos sueños y no pueda ascender? Porque alguna vez va a tener que suceder. Me iré y no sabré volver. Es más, no sabré siquiera que hay un “saber volver”. No lo querré acaso.
Seguire tu sabio ejemplo ...
ResponderEliminarRecuerdo la primera vez que escuché a Pizarnik: fue como si de pronto el abismo se abriera al lado de mi cama y no hice más que dejarme caer.
ResponderEliminarSin duda una sensación maravillosa a mi me sucedió igual
EliminarUn abismo de flores...
EliminarQue belleza por dios.
ResponderEliminarParece escrito con el alma
Lo que no cuentan en este poema, sin duda escrito por una genio de las palabras, que las personas que quedan cuando alguien decide irse para no volver sufren de una forma indescriptible. A ti que te identificas con este poema, antes de tomar cualquier decisión piensa en quienes te rodean, sino hay nadie, piensa en algo bueno que aunque sea un atisbo de luz se puede percibir en el más encerrado túnel.
ResponderEliminarDesde hace mucho tiempo tengo esa misma sensación. Hace unos días he escrito un par de párrafos, sinceramente nunca antes había leído a la autora; pero me identifico con le sentir. Mi novio fue el que encontró este página y me la hizo saber. Es todo un sentimiento el que plasma en este texto, aunque corto, pero mágico.
ResponderEliminarSimplemente bello..
ResponderEliminarAlguien me dice en cual de sus libros lo encuentro?muchas gracias
En la correspondencia con Ostrov.
EliminarMagistral.. soberbio..
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