Una cita a la sombra de tu oscuro 
Portal donde el friecillo nos convida 
A apretarnos los dos, de tan estrecho 
Modo, que un solo cuerpo los dos sean:
Deja que el aire zumbador resbale, 
Cargado de salud, como travieso 
Mozo que las corteja, entre las hojas,
Y en el pino 
Rumor y majestad mi verso aprenda. 
Sòlo la noche del amor es digna. 
La oscuridad, la soledad convienen. 
Ya no se puede amar, ¡oh Margarita!
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