lunes, 23 de enero de 2012

Canibalismo (Andrés Caicedo)


    Hay varias maneras de comerse a una
        persona.            Empezando porque debe ser diferente
        comerse a una mujer que comerse a un hombre.
        Yo he visto comer hombres, pero no mujeres.
        No se‚ si me gustara ver comer a una mujer
    alguna vez. Debe ser muy diferente. Lo que yo por mi parte conozco, son
    tres maneras de comerse a un hombre. Se puede partir en seis pedazos a la persona: cabeza, tronco, brazos, pelvis, muslos, piernas, incluyendo, claro esta ,Hay varias maneras de comerse a una persona. Empezando porque
    debe ser diferente comerse a una mujer que comerse a un hombre. Yo he visto comer hombres, pero no mujeres. No se‚ si me gustara ver comer a
    una mujer alguna vez. Debe ser muy diferente. Lo que yo por mi parte conozco, son tres maneras de comerse a un hombre. Se puede partir en
    seis pedazos a la persona: cabeza, tronco, brazos, pelvis, muslos, piernas, incluyendo, claro esta, manos y pies. Sé que hay personas que parten a la persona en ocho pedazos, ya que les gusta sacar también las rodillas, el
    hueso redondo de las rodillas, recubierto con la única porción de carne
    roja que tiene el ser humano. La otra forma que conozco es comerse a
    la persona entera, así no más, a mordiscos lentos, comer un día hasta
    hartarse y meter el cuerpo al refrigerador y sacarlo al otro día para el desayuno, así. Como comerse un mango a mordiscos. Porque yo puedo
    decir que a mi antes me gustaba muchísmo el mango verde, y después
    vino esa moda de partir el mango en pedacitos y fue apenas hace como
    una semana que me vine a dar cuenta que los mangos verdes me habían venido a gustar menos y supe también que era porque me los comía
    partidos, así que seguí comprándolos enteros, comiéndolos a mordiscos,
    y me han vuelto a gustar casi tanto como cuando estaba chiquito.. Eso
    mismo debe pasar con los cuerpos. La persona que ya lleva siglos comiéndolos tiene que darse las maneras de variar el plato para no
    aburrirse, porque si no como hacen. Yo no se‚ si ustedes leyeron la otra
    vez en la prensa que habían encontrado el cuerpo de un coronel retirado, metido en una chuspa de papel y amarrado con cabuya, lo que dijeron
    fue que lo habían encontrado por el Club Campestre, y que había
    expectación por el extraño estado en que se había hallado el cuerpo.
    Era un coronel Rodriguez, un tipo ni flaco ni gordo, de bigotico, y con
    una chucha que arrasaba. Claro que los periódicos nunca dijeron en que consistía ese "extraño estado en que se había hallado el cuerpo", pero
    como yo estoy al tanto de las cosas yo sé que el cuerpo ese lo que estaba
    era todo mordido. No se lo acabaron de todo porque mi coronel ya tenia
    52, allí fue cuando se dieron cuenta que no había como la carne de gente joven, fresca. Los ojos, por ejemplo, que dizque son lo más exquisito,
    dicen que cuando la persona pasa de los 35, se endurecen y se agrian,
    ya no vale la pena comerlos. 

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