jueves, 5 de enero de 2012

SED DE BELLEZA (José Martí)


Solo, estoy solo: viene el verso amigo, 
Como el esposo diligente acude 
De la erizada tòrtola al reclamo. 
Cual de los altos montes en deshielo 
Por breñas y por valles en copiosos 
Hilos las nieves desatadas bajan— 
Así por mis entrañas oprimidas 
Un balsámico amor y una avaricia 
Celeste de hermosura se derraman. 
Tal desde el vasto azul, sobre la tierra, 
Cual si de alma de virgen la sombría 
Humanidad sangrienta perfumasen, 
Su luz benigna las estrellas vierten 
Esposas del silencio! —y de las flores 
Tal el aroma vago se levanta.

Dadme lo sumo y lo perfecto: dadme 
Un dibujo de Angelo: una espada 
Con puño de Cellini, más hermosa 
Que las techumbres de marfil calado 
Que se place en labrar Naturaleza.


El cráneo augusto dadme donde ardieron 
El universo Hamlet y la furia 
Tempestuosa del moro: —la manceba
India que a orillas del ameno río 
Que del viejo Chichén los muros baña 
A la sombra de un plátano pomposo 
Y sus propios cabellos, el esbelto 
Cuerpo bruñido y nítido enjugaba. 
Dadme mi cielo azul... dadme la pura 
Alma de mármol que al soberbio Louvre 
Dio, cual su espuma y flor, Milo famosa.

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