sábado, 25 de diciembre de 2010

Hasta mañana (Mario Bendetti)


Voy a cerrar los ojos en voz baja 
voy a meterme a tientas en el sueño.
 
En este instante el odio no trabaja
para la muerte, que es su pobre dueño 
la voluntad suspende su latido
 
y yo me siento lejos, tan pequeño
que a Dios invoco, pero no le pido 
nada, con tal de compartir apenas
 
este universo que hemos conseguido
por malas y a veces por las buenas. 
¿Por qué el mundo soñado no es el mismo
 
que este mundo de muerte a manos llenas?
Mi pesadilla es siempre el optimismo: 
me duermo débil, sueño que soy fuerte,
 
pero el futuro aguarda. Es un abismo.
No me digan cuando me despierte. 

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