Mira siempre de frente al horizonte
y si vuelves la vista a tus espaldas,
que sea para hundir el mal del hombre
que quebró tu cariño y tu esperanza.
Sigue siempre adelante, que el camino
se abre más amplio cada vez que pasas.
La luz es para todos, y el destino
nos prueba a veces, y otras nos encauza.
No esperes vanas ilusiones muertas,
no creas más en lo que tú batallas,
que cuando tu morada esté desierta,
muy pocos buscarán recuperarla.
Pero cree en la vida porque es bella
y en la gente que de tí no se separa.
Cree en la flor, el niño, las estrellas
y cree en Dios porque jamás te falla.
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