Me dejaste el brillo de tu estrella
en el firmamento en donde imagino tu tiempo
tu sombra ausente bajo el pino,
lejanas tus manos del retablo aquel
que pintaste un día cuando yo era niña
inventándome el pesebre de Belén.
Me dejaste tus pasos en profunda huella
como Melchor, Gaspar y Baltasar
y el anciano del trineo y los venados
que conocen la voz de la eternidad
paso a paso en el tiempo yo voy
por el sendero de tu palabra florecida.
Me dejaste raíces
de un antiguo continente,
tu sonrisa y tu nobleza
en la vigilia del viento,
en el retablo de Belén
tu presencia ausente,
el legado de tu nombre
el recuerdo de tu voz
la transparencia de tus alas.
en el gris brumoso de las nubes del tiempo.
en el firmamento en donde imagino tu tiempo
tu sombra ausente bajo el pino,
lejanas tus manos del retablo aquel
que pintaste un día cuando yo era niña
inventándome el pesebre de Belén.
Me dejaste tus pasos en profunda huella
como Melchor, Gaspar y Baltasar
y el anciano del trineo y los venados
que conocen la voz de la eternidad
paso a paso en el tiempo yo voy
por el sendero de tu palabra florecida.
Me dejaste raíces
de un antiguo continente,
tu sonrisa y tu nobleza
en la vigilia del viento,
en el retablo de Belén
tu presencia ausente,
el legado de tu nombre
el recuerdo de tu voz
la transparencia de tus alas.
en el gris brumoso de las nubes del tiempo.
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