No sabría decide cómo el aire
es en esta tarde en que el otoño
finge ser alegre para darme
un motivo de contentamiento;
no sabría, no, cómo contarte
que intimida, encoge, la inminencia
de perder la noción de plena vida,
de saber que el limite se acerca
entre ver tus ojos y el no verte.
ajeno en voluntad y pensamiento,
enajenado el cuerpo, los sentidos,
lejos y tan cerca del dolor,
lejos y tan cerca del presente
a tu lado, contigo...
Que me tienes al lado, pese a todo,
tras la hábil artificiosa muerte
que el hombre creara para el hombre.
Ya de vuelta, todo dolorido,
todo confundido de memorias
enredadas como mis raíces,
vivir en tu presencia con la mía
es la verdad que admito como cierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario