sábado, 29 de enero de 2011

Lloraba en mis brazos vestida de negro (Rubén Darío)


Lloraba en mis brazos vestida de negro,
se oía el latido de su corazón,
cubríanle el cuello los rizos castaños
y toda temblaba de miedo y de amor.

¿Quién tuvo la culpa? La noche callada.
Ya iba a despedirme. Cuando dije «¡Adiós!»,
ella, sollozando, se abrazó a mi pecho
bajo aquel ramaje del almendro en flor.

Velaron las nubes la pálida luna...
Después, tristemente, lloramos los dos.


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