jueves, 13 de enero de 2011

A un amigo compañero (Kostas Karyotakis)

Amigo, mi corazón ahora como si envejeciese.
Terminó mi vida de Atenas,
que por igual pasó dulcemente y con la diversión,
y con la amargura, alguna vez, del hambre.

No iré ya al lugar que mi patria

dio al festejo de mi juventud,
sino como pasajero, con mi esperanza,
con el sueño que borré, viajero.

Peregrino, iré hacia tu casa
y me dirán que no saben qué fue de
ti.
Junto a otro veré tu Afrodita
y otros la casa de la Paz tendrán.

Iré hacia la taberna, para pedir de nuevo
el vino de Samos que bebíamos.

Faltarás, su vino será diferente;
sin embargo yo beberé y me emborracharé.

Subiré cantando y tambaleándome
al Zappio donde comenzábamos a andar.
Alrededor será hermosamente amplio el horizonte
y será mi canción como un llanto.

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