Corazón que ignoras las razones
por las que se mueve la mente
y si se equivoca
tampoco la entiendes.
Esos latidos
que aceleras
y te aturden
cuando el amor se acerca
y te hunden
en un mundo de sensaciones
y olores de primaveras
florecientes.
Boca que tiemblas
y ahogas las palabras
que se agolpan
explotando en el deseo y la locura
inagotable tu ternura
e incansable tu pasión.
Tejidos los hilos del puente
de tu cuerpo
ensanchas el pecho
huyendo de la prisión
¡ya no te esclaviza el aire
de suspiros reprimidos!
Manos que buscas los secretos
aquellos huecos escondidos
que buceas por mares y ríos
explorando los lugares
Bebiéndote el delicioso néctar
de tu otra piel.
Tus pies encaminas
presurosos y ágiles
batiendo la tierra
convirtiendo en carrera
esos últimos instantes
para fundir tu alma con la suya
¡ya los pensamientos no te dominan!
por las que se mueve la mente
y si se equivoca
tampoco la entiendes.
Esos latidos
que aceleras
y te aturden
cuando el amor se acerca
y te hunden
en un mundo de sensaciones
y olores de primaveras
florecientes.
Boca que tiemblas
y ahogas las palabras
que se agolpan
explotando en el deseo y la locura
inagotable tu ternura
e incansable tu pasión.
Tejidos los hilos del puente
de tu cuerpo
ensanchas el pecho
huyendo de la prisión
¡ya no te esclaviza el aire
de suspiros reprimidos!
Manos que buscas los secretos
aquellos huecos escondidos
que buceas por mares y ríos
explorando los lugares
Bebiéndote el delicioso néctar
de tu otra piel.
Tus pies encaminas
presurosos y ágiles
batiendo la tierra
convirtiendo en carrera
esos últimos instantes
para fundir tu alma con la suya
¡ya los pensamientos no te dominan!
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