sábado, 25 de diciembre de 2010

Viceversa (Mario Benedetti)

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte
tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte
tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte
o sea
resumiendo
estoy jodido 
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también 
viceversa.

Los Formales y el frío (Mario Benedetti)

Quien iba a prever que el amor ese informal
se dedicara a ellos tan formales
mientras almorzaban por primera vez
ella muy lenta y él no tanto
y hablaban con sospechosa objetividad
de grandes temas en dos volúmenes
su sonrisa, la de ella,
era como un augurio o una fábula;
su mirada, la de él, tomaba nota
de cómo eran sus ojos, los de ella.
Pero sus palabras, las de él
no se enteraban de esa dulce encuesta.
Como siempre o como casi siempre
la política condujo a la cultura
así que por la noche concurrieron al teatro
sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
y como a la salida hacía bastante frío
y ella no tenía medias
sólo sandalias por las que asomaban
unos dedos muy blancos e indefensos
fue preciso meterse en un boliche.
Y ya que el mozo demoraba tanto
ellos optaron por la confidencia.
Extra seco y sin hielo por favor.
Cuando llegaron a su casa, la de ella;
ya el frío estaba en sus labios, los de él,
de modo que ella fábula y augurio
le dio refugio y café instantáneos.
Una hora apenas de biografía y nostalgias
hasta que al fin sobrevino un silencio,
como se sabe en estos casos es bravo
decir algo que realmente no sobre.
El probó: Sólo falta que me quede a dormir.
Y ella probó: ¿Por qué no te quedás?
y él: No me lo digas dos veces
y ella: bueno ¿por qué no te quedás?
De manera que él se quedó, en principio
a besar sin usura sus pies fríos, los de ella;
después ella besó sus labios, los de él,
que a esa altura ya no estaban tan fríos.
Y sucesivamente así
mientras los grandes temas
dormían el sueño que ellos no durmieron.

La culpa es de Uno (Mario Benedetti)

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo no previsto
¡ah! pero mi tristeza sólo tuvo un sentido
todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

Hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor

Con un solo pronóstico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha

Creo que tenés razón
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos ni del tiempo
hace mucho, muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno
ahora estoy solo
francamente solo
siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado
antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno
con los ojos bien secos por si acaso
miro cómo te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

Ultima noción de Laura (Mario Benedetti)

Usted Martín Santomé no sabe
cómo querría tener yo ahora
todo el tiempo del mundo para quererlo
pero no voy a convocarlo junto a mí
ya que aún en el caso de que no estuviera
toda muriéndome
entonces moriría
sólo de aproximarme a su tristeza.

Usted Martín Santomé no sabe
cuánto he luchado por seguir viviendo
cómo he querido vivir para vivirlo
porque me estoy muriendo, Santomé.

Usted, claro, no sabe
ya que nunca se lo he dicho
ni siquiera
en esas noches en que usted me descubre
con sus manos incrédulas y libres
usted no sabe cómo yo valoro
su sencillo coraje de quererme.

Usted Martín Santomé no sabe
y sé que no lo sabe
porque he visto sus ojos
despejando
la incógnita del miedo.

No sabe que no es viejo
que no podría serlo
en todo caso allá usted con sus años
yo estoy segura de quererlo así.

Usted Martín Santomé no sabe
qué bien, que lindo dice Avellaneda
de algún modo ha inventado
mi nombre con su amor.

Usted es la respuesta que yo esperaba 
una pregunta que nunca he formulado
usted es mi hombre
y yo la que abandono
usted es mi hombre
y yo la que flaqueo

Usted Martín Santomé no sabe
al menos no lo sabe en esta espera
qué triste es ver cerrarse la alegría
sin previo aviso
de un brutal portazo.

Es raro
pero siento
que me voy alejando
de usted y de mí
que estábamos tan cerca
de mí y de usted.

Quizá porque vivir es eso
es estar cerca
y yo me estoy muriendo Santomé
no sabe usted
qué oscura
qué lejos
qué callada

Usted
Martín
Martín... ¿cómo era?
los nombres se me caen
yo misma me estoy cayendo
usted de todos modos
no sabe ni imagina
qué sola va a quedar
mi muerte sin su
vida.

Táctica y estrategia (Mario Benedetti)


                  Mi táctica es mirarte
                  aprender como sos
                  quererte como sos.

                  mi táctica es hablarte
                  y escucharte construir con palabras
                  un puente indestructible.

                  mi táctica es quedarme
                  en tu recuerdo
                  no sé como, ni sé
                  con que pretexto
                  pero quedarme en él.

                  mi táctica es ser franco
                  y saber que sos franca
                  y que no nos vendamos
                  simulacros
                  para que entre los dos
                  no haya telón ni abismos.

                  mi estrategia en cambio
                  es más produnda
                  y más simple

                  mi estrategia es
                  que un día cualquiera
                  no sé como, ni sé
                  con que pretexto
                  por fin me necesites

Todavia (Mario Benedetti)

                 No lo creo todavía
                 estás llegando a mi lado
                 y la noche es un puñado
                 de estrellas y de alegría

                 palpo gusto escucho y veo
                 tu rostro tu paso largo
                 tus manos y sin embargo
                 todavía no lo creo

                 tu regreso tiene tanto
                 que ver contigo y conmigo
                 que por cábala lo digo
                 y por las dudas lo canto

                 nadie nunca te remplaza
                 y las cosas más triviales
                 se vuelven fundamentales
                 porque estás llegando a casa

                 sin embargo todavía
                 dudo de esta buena suerte
                 proqu el cielo de tenerte
                 me parece fantasía

                 pero venís y es seguro
                 y venís con tu mirada
                 y por eso tu llegada
                 hace mágico el futuro

                 y aunque no siempre he entendido
                 mis culpas y mis fracasos
                 en cambio se que en tus brazos
                 el mundo tiene sentido

                 y si beso la osadía
                 y el milagro de tus labios
                 no habrá dudas ni resabios
                 te querré más
                              todavía