miércoles, 26 de febrero de 2014

Frase de Paul Auster

La literatura es una fuerza en el mundo y no me imagino la vida sin literatura. La vida sin arte es inimaginable, pero como todos saben, cada vez hay menos lectores. Cada vez la literatura tiene que competir con otras formas de ocio. Esto nunca me ha preocupado, porque los libros tienen algo que no tiene la música u otras formas de arte: los libros se leen individualmente. Aunque haya un lector o haya un millón, siempre hay un lector y un libro. Es una relación uno a uno, autor y lector colaborando juntos. Y en cierto sentido, es el único lugar del mundo donde dos extraños pueden conocerse y reunirse en términos de igualdad. La gente habla de la muerte de la literatura, pero yo creo que no se va a producir.

martes, 18 de febrero de 2014

Así que quieres ser escritor (Charles Bukowski)

Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
ó clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.

Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.

Si primero tienes que leerlo a tu esposa
ó a tu novia ó a tu novio
ó a tus padres ó a cualquiera,
no estás preparado.

No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
ó hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.

ANTIDECÁLOGO DEL ESCRITOR por Jorge Luis Borges

En literatura es preciso evitar:

1. Las interpretaciones demasiado inconformistas de obras o de personajes famosos. Por ejemplo, describir la misoginia de Don Juan, etc.
2. Las parejas de personajes groseramente disímiles o contradictorios, como por ejemplo Don Quijote y Sancho Panza, Sherlock Holmes y Watson.
3. La costumbre de caracterizar a sus personajes por sus manías, como hace, por ejemplo, Dickens.
4. En el desarrollo de la trama, el recurso a juegos extravagantes con el tiempo o con el espacio, como hacen Faulkner, Borges y Bioy Casares.
5. En las poesías, situaciones o personajes con los que pueda identificarse el lector.
6. Los personajes susceptibles de convertirse en mitos.
7. Las frases, las escenas intencionalmente ligadas a determinado lugar o a determinada época: o sea, el ambiente local.
8. La enumeración caótica.
9. Las metáforas en general, y en particular las metáforas visuales. Más concretamente aún, las metáforas agrícolas, navales o bancarias. Ejemplo absolutamente desaconsejable: Proust.
10. El antropomorfismo.
11. La confección de novelas cuya trama argumental recuerde a la de otro libro. Por ejemplo, el Ulises de Joyce y la Odisea de Homero.
12. Escribir libros que parezcan menús, álbumes, itinerarios o conciertos.
13. Todo aquello que pueda ser ilustrado. Todo lo que pueda sugerir la idea de ser convertido en una película.
14. En los ensayos críticos, toda referencia histórica o biográfica. Evitar siempre las alusiones a la personalidad o a la vida privada de los autores estudiados. Sobre todo, evitar el psicoanálisis.
15. Las escenas domésticas en las novelas policíacas; las escenas dramáticas en los diálogos filosóficos. Y, en fin:

16. Evitar la vanidad, la modestia, la pederastia, la ausencia de pederastia, el suicidio.

lunes, 17 de febrero de 2014

ALAS ROTAS, FRAGMENTO (Khalil Gibran)

Tal tristeza que me obsesionaba en mi juventud no era por falta de diversiones, porque si hubiera querido las habría tenido; tampoco era por falta de amigos, porque habría podido tenerlos. Tal tristeza obedecía a un dolor interno que me impulsaba a amar la soledad. Mataba en mí la inclinación a los juegos y a las diversiones, quitaba de mis hombros las alas de la juventud, y hacía que fuera yo como un estanque entre dos montañas, que refleja en su quieta superficie las sombras de los fantasmas y los colores de las nubes y de los árboles, pero que no puede encontrar una salida, para ir cantando hacia el mar. 

domingo, 9 de febrero de 2014

Frase de Marc Levy

"¿Quieres que hablemos a corazón abierto? Entonces me gustaría hacerte una pregunta y que me prometas responder con sinceridad, ¿cuánto tiempo habrá durado tu historia de amor más larga? ¿Dos, tres, cuatro, cinco años tal vez? Qué más da, dicen que el amor dura siete años... ¿Serías capaz durante siete años de entregarte a alguien sin reservas, de darlo todo, sin límites, sin dudas ni temores, sabiendo que a esa persona a la que quieres más que a nada en el mundo olvidará casi todo lo que habéis vivido juntos? ¿Aceptarías que tus atenciones, tus gestos de amor se borrarán de su memoria, y que la naturaleza, a la que le horroriza el vacío, llenará un día esa amnesia con reproches y anhelos no cumplidos? Consciente de que todo ello es inevitable, ¿encontrarías pese a todo la fuerza de levantarte en mitad de la noche cuando la persona a la que quieres tiene sed, o simplemente una pesadilla?… Y, al llegar la noche, ¿ignorarás el cansancio, irás a sentarte al pie de su cama para aplacar sus miedos y hablarle de un porvenir que, irremediablemente, vivirá lejos de ti?. Si tu res­pu­es­ta a ca­da una de esas pre­gun­tas es sí, en­ton­ces per­dó­na­me por ha­ber­te juz­ga­do mal, sa­bes de ver­dad lo que es amar.
-¿Estás hablando de mamá?
-No querida, estoy hablando de ti. Este amor que acabo de describirte es el amor de un padre o madre por sus hijos"

Martha Rivera Garrido.

"...No te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe... No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca. No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma. No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música. No te enamores de una mujer a la que le interese la política y que sea rebelde y sienta un inmenso horror por las injusticias. Una que no le guste para nada ver televisión. Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo. No te enamores de una mujer intensa, lúdica, lúcida e irreverente. No quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella, de una mujer así, JAMAS se regresa..."

martes, 4 de febrero de 2014

Método de composición. (Edgar Allan Poe)

En una nota que en estos momentos tengo a la vista, Charles Dickens dice lo siguiente, refiriéndose a un análisis que efectué del mecanismo de Barnaby Rudge: "¿Saben, dicho sea de paso, que Godwin escribió su Caleb Williams al revés? Comenzó enmarañando la materia del segundo libro y luego, para componer el primero, pensó en los medios de justificar todo lo que había hecho".Se me hace difícil creer que fuera ése precisamente el modo de composición de Godwin; por otra parte, lo que él mismo confiesa no está de acuerdo en manera alguna con la idea de Dickens. Pero el autor de Caleb Williams era un autor demasiado entendido para no percatarse de las ventajas que se pueden lograr con algún procedimiento semejante.
Si algo hay evidente es que un plan cualquiera que sea digno de este nombre ha de haber sido trazado con vistas al desenlace antes que la pluma ataque el papel. Sólo si se tiene continuamente presente la idea del desenlace podemos conferir a un plan su indispensable apariencia de lógica y de causalidad, procurando que todas las incidencias y en especial el tono general tienda a desarrollar la intención establecida.
Creo que existe un radical error en el método que se emplea por lo general para construir un cuento. Algunas veces, la historia nos proporciona una tesis; otras veces, el escritor se inspira en un caso contemporáneo o bien, en el mejor de los casos, se las arregla para combinar los hechos sorprendentes que han de tratar simplemente la base de su narración, proponiéndose introducir las descripciones, el diálogo o bien su comentario personal donde quiera que un resquicio en el tejido de la acción brinde la ocasión de hacerlo.
A mi modo de ver, la primera de todas las consideraciones debe ser la de un efecto que se pretende causar. Teniendo siempre a la vista la originalidad (porque se traiciona a sí mismo quien se atreve a prescindir de un medio de interés tan evidente), yo me digo, ante todo: entre los innumerables efectos o impresiones que es capaz de recibir el corazón, la inteligencia o, hablando en términos más generales, el alma, ¿cuál será el único que yo deba elegir en el caso presente?
Habiendo ya elegido un tema novelesco y, a continuación, un vigoroso efecto que producir, indago si vale más evidenciarlo mediante los incidentes o bien el tono o bien por los incidentes vulgares y un tono particular o bien por una singularidad equivalente de tono y de incidentes; luego, busco a mi alrededor, o acaso mejor en mí mismo, las combinaciones de acontecimientos o de tomos que pueden ser más adecuados para crear el efecto en cuestión.
He pensado a menudo cuán interesante sería un artículo escrito por un autor que quisiera y que pudiera describir, paso a paso, la marcha progresiva seguida en cualquiera de sus obras hasta llegar al término definitivo de su realización.
Me sería imposible explicar por qué no se ha ofrecido nunca al público un trabajo semejante; pero quizá la vanidad de los autores haya sido la causa más poderosa que justifique esa laguna literaria. Muchos escritores, especialmente los poetas, prefieren dejar creer a la gente que escriben gracias a una especie de sutil frenesí o de intuición extática; experimentarían verdaderos escalofríos si tuvieran que permitir al público echar una ojeada tras el telón, para contemplar los trabajosos y vacilantes embriones de pensamientos. La verdadera decisión se adopta en el último momento, ¡a tanta idea entrevista!, a veces sólo como en un relámpago y que durante tanto tiempo se resiste a mostrarse a plena luz, el pensamiento plenamente maduro pero desechado por ser de índole inabordable, la elección prudente y los arrepentimientos, las dolorosas raspaduras y las interpolación. Es, en suma, los rodamientos y las cadenas, los artificios para los cambios de decoración, las escaleras y los escotillones, las plumas de gallo, el colorete, los lunares y todos los aceites que en el noventa y nueve por ciento de los casos son lo peculiar del histrión literario.
Por lo demás, no se me escapa que no es frecuente el caso en que un autor se halle en buena disposición para reemprender el camino por donde llegó a su desenlace.
Generalmente, las ideas surgieron mezcladas; luego fueron seguidas y finalmente olvidadas de la misma manera.
En cuanto a mí, no comparto la repugnancia de que acabo de hablar, ni encuentro la menor dificultad en recordar la marcha progresiva de todas mis composiciones. Puesto que el interés de este análisis o reconstrucción, que se ha considerado como un desiderátum en literatura, es enteramente independiente de cualquier supuesto ideal en lo analizado, no se me podrá censurar que salte a las conveniencias si revelo aquí el modus operandi con que logré construir una de mis obras. Escojo para ello El cuervo debido a que es la más conocida de todas. Consiste mi propósito en demostrar que ningún punto de la composición puede atribuirse a la intuición ni al azar; y que aquélla avanzó hacia su terminación, paso a paso, con la misma exactitud y la lógica rigurosa propias de un problema matemático.
Puesto que no responde directamente a la cuestión poética, prescindamos de la circunstancia, si lo prefieren, la necesidad, de que nació la intención de escribir un poema tal que satisficiera al propio tiempo el gusto popular y el gusto crítico.
Mi análisis comienza, por tanto, a partir de esa intención.
La consideración primordial fue ésta: la dimensión. Si una obra literaria es demasiado extensa para ser leída en una sola sesión, debemos resignarnos a quedar privados del efecto, soberanamente decisivo, de la unidad de impresión; porque cuando son necesarias dos sesiones se interponen entre ellas los asuntos del mundo, y todo lo que denominamos el conjunto o la totalidad queda destruido automáticamente. Pero, habida cuenta de que coeteris paribus, ningún poeta puede renunciar a todo lo que contribuye a servir su propósito, queda examinar si acaso hallaremos en la extensión alguna ventaja, cual fuere, que compense la pérdida de unidad aludida. Por el momento, respondo negativamente. Lo que solemos considerar un poema extenso en realidad no es más que una sucesión de poemas cortos, es decir, de efectos poéticos breves. Es inútil sostener que un poema no es tal sino en cuanto eleva el alma y te reporta una excitación intensa: por una necesidad psíquica, todas las excitaciones intensas son de corta duración. Por eso, al menos la mitad del "Paraíso perdido" no es más que pura prosa: hay en él una serie de excitaciones poéticas salpicadas inevitablemente de depresiones. En conjunto, la obra toda, a causa de su extensión excesiva, carece de aquel elemento artístico tan decisivamente importante: totalidad o unidad de efecto.
En lo que se refiere a las dimensiones hay, evidentemente, un límite positivo para todas las obras literarias: el límite de una sola sesión. Ciertamente, en ciertos géneros de prosa, comoRobinson Crusoe, no se exige la unidad, por lo que aquel límite puede ser traspasado: sin embargo, nunca será conveniente traspasarlo en un poema. En el mismo límite, la extensión de un poema debe hallarse en relación matemática con el mérito del mismo, esto es, con la elevación o la excitación que comporta; dicho de otro modo, con la cantidad de auténtico efecto poético con que pueda impresionar las almas. Esta regla sólo tiene una condición restrictiva, a saber: que una relativa duración es absolutamente indispensable para causar un efecto, cualquiera que fuere.
Teniendo muy presentes en mí ánimo estas consideraciones, así como aquel grado de excitación que nos situaba por encima del gusto popular y por debajo del gusto crítico, concebí ante todo una idea sobre la extensión idónea para el poema proyectado: unos cien versos aproximadamente. En realidad cuenta exactamente ciento ocho.
Mi pensamiento se fijó seguidamente en la elevación de una impresión o de un efecto que causar. Aquí creo que conviene observar que, a través de este trabajo de construcción, tuve siempre presente la voluntad de lograr una obra universalmente apreciable.
Me alejaría demasiado de mi objeto inmediato presente si me entretuviese en demostrar un punto en que he insistido muchas veces: que lo bello es el único ámbito legítimo de la poesía. Con todo, diré unas palabras para presentar mi verdadero pensamiento, que algunos amigos míos se han apresurado demasiado a disimular. El placer a la vez más intenso, más elevado y más puro no se encuentra -según creo- más que en la contemplación de lo bello. Cuando los hombres hablan de belleza no entienden precisamente una cualidad, como se supone, sino una impresión: en suma, tienen presente la violenta y pura elevación del alma -no del intelecto ni del corazón- que ya he descrito y que resulta de la contemplación de lo bello. Ahora bien, yo considero la belleza como el ámbito de la poesía, porque es una regla evidente del arte que los efectos deben brotar necesariamente de causas directas, que los objetos deben ser alcanzados con los medios más apropiados para ello -ya que ningún hombre ha sido aún bastante necio para negar que la elevación singular de que estoy tratando se halle más fácilmente al alcance de la poesía. En cambio, el objeto verdad, o satisfacción del intelecto, y el objeto pasión, o excitación del corazón, son mucho más fáciles de alcanzar por medio de la prosa aunque, en cierta medida, queden también al alcance de la poesía.
En resumen, la verdad requiere una precisión, y la pasión una familiaridad (los hombres verdaderamente apasionados me comprenderán) radicalmente contrarias a aquella belleza, que no es sino la excitación -debo repetirlo- o el embriagador arrobamiento del alma.
De todo lo dicho hasta el presente no puede en modo alguno deducirse que la pasión ni la verdad no puedan ser introducidas en un poema, incluso con beneficio para éste; ya que pueden servir para aclarar o para potenciar el efecto global, como las disonancias por contraste. Pero el auténtico artista se esforzará siempre en reducirlas a un papel propicio al objeto principal que se pretenda, y además en rodearlas, tanto como pueda, de la nube de belleza que es atmósfera y esencia de la poesía. En consecuencia, considerando lo bello como mi terreno propio, me pregunté entonces: ¿cuál es el tono para su manifestación más alta? Éste había de ser el tema de mi siguiente meditación. Ahora bien, toda la experiencia humana coincide en que ese tono es el de la tristeza. Cualquiera que sea su parentesco, la belleza, en su desarrollo supremo, induce a las lágrimas, inevitablemente, a las almas sensibles. Así, pues, la melancolía es el más idóneo de los tonos poéticos.
Una vez determinados así la dimensión, el terreno y el tono de mi trabajo, me dediqué a la busca de alguna curiosidad artística e incitante, que pudiera actuar como clave en la construcción del poema: de algún eje sobre el que toda la máquina hubiera de girar; empleando para ello el sistema de la introducción ordinaria. Reflexionando detenidamente sobre todos los efectos de arte conocidos o, más propiamente, sobre todo los medios de efecto -entendiendo este término en su sentido escénico-, no podía escapárseme que ninguno había sido empleado con tanta frecuencia como el estribillo. La universalidad de éste bastaba para convencerme acerca de su intrínseco valor, evitándome la necesidad de someterlo a un análisis. En cualquier caso, yo no lo consideraba sino en cuanto susceptible de perfeccionamiento; y pronto advertí que se encontraba aún en un estado primitivo. Tal como habitualmente se emplea, el estribillo no sólo queda limitado a las composiciones líricas, sino que la fuerza de la impresión que debe causar depende del vigor de la monotonía en el sonido y en la idea. Solamente se logra el placer mediante la sensación de identidad o de repetición. Entonces yo resolví variar el efecto, con el fin de acrecentarlo, permaneciendo en general fiel a la monotonía del sonido, pero alterando continuamente el de la idea: es decir, me propuse causar una serie continua de efectos nuevos con una serie de variadas aplicaciones del estribillo, dejando que éste fuese casi siempre parecido.
Habiendo ya fijado estos puntos, me preocupé por la naturaleza de mi estribillo: puesto que su aplicación tenía que ser variada con frecuencia, era evidente que el estribillo en cuestión había de ser breve, pues hubiera sido una dificultad insuperable variar frecuentemente las aplicaciones de una frase un poco extensa. Por supuesto, la facilidad de variación estaría proporcionada a la brevedad de una frase. Ello me condujo seguidamente a adoptar como estribillo ideal una única palabra. Entonces me absorbió la cuestión sobre el carácter de aquella palabra. Habiendo decidido que habría un estribillo, la división del poema en estancias resultaba un corolario necesario, pues el estribillo constituye la conclusión de cada estrofa. No admitía duda para mí que semejante conclusión o término, para poseer fuerza, debía ser necesariamente sonora y susceptible de un énfasis prolongado: aquellas consideraciones me condujeron inevitablemente a la o larga, que es la vocal más sonora, asociada a la r, porque ésta es la consonante más vigorosa.
Ya tenía bien determinado el sonido del estribillo. A continuación era preciso elegir una palabra que lo contuviese y, al propio tiempo, estuviese en el acuerdo más armonioso posible con la melancolía que yo había adoptado como tono general del poema. En una búsqueda semejante, hubiera sido imposible no dar con la palabra nevermore (nunca más). En realidad, fue la primera que se me ocurrió.
El siguiente fue éste: ¿cual será el pretexto útil para emplear continuamente la palabranevermore? Al advertir la dificultad que se me planteaba para hallar una razón válida de esa repetición continua, no dejé de observar que surgía tan sólo de que dicha palabra, repetida tan cerca y monótonamente, había de ser proferida por un ser humano: en resumen, la dificultad consistía en conciliar la monotonía aludida con el ejercicio de la razón en la criatura llamada a repetir la palabra. Surgió entonces la posibilidad de una criatura no razonable y, sin embargo, dotada de palabra: como lógico, lo primero que pensé fue un loro; sin embargo, éste fue reemplazado al punto por un cuervo, que también está dotado de palabra y además resulta infinitamente más acorde con el tono deseado en el poema.
Así, pues, había llegado por fin a la concepción de un cuervo. ¡El cuervo, ave de mal agüero!, repitiendo obstinadamente la palabra nevermore al final de cada estancia en un poema de tono melancólico y una extensión de unos cien versos aproximadamente. Entonces, sin perder de vista el superlativo o la perfección en todos los puntos, me pregunté: entre todos los temas melancólicos, ¿cuál lo es más, según lo entiende universalmente la humanidad? Respuesta inevitable: ¡la muerte! Y, ¿cuándo ese asunto, el más triste de todos, resulta ser también el más poético? Según lo ya explicado con bastante amplitud, la respuesta puede colegirse fácilmente: cuando se alíe íntimamente con la belleza. Luego la muerte de una mujer hermosa es, sin disputa de ninguna clase, el tema más poético del mundo; y queda igualmente fuera de duda que la boca más apta para desarrollar el tema es precisamente la del amante privado de su tesoro.
Tenía que combinar entonces aquellas dos ideas: un amante que llora a su amada perdida. Y un cuervo que repite continuamente la palabra nevermore. No sólo tenía que combinarlas, sino además variar cada vez la aplicación de la palabra que se repetía: pero el único medio posible para semejante combinación consistía en imaginar un cuervo que aplicase la palabra para responder a las preguntas del amante. Entonces me percaté de la facilidad que se me ofrecía para el efecto de que mi poema había de depender: es decir, el efecto que debía producirse mediante la variedad en la aplicación del estribillo.
Comprendí que podía hacer formular la primera pregunta por el amante, a la que respondería el cuervo: nevermore; que de esta primera pregunta podía hacer una especie de lugar común, de la segunda algo menos común, de la tercera algo menos común todavía, y así sucesivamente, hasta que por último el amante, arrancado de su indolencia por la índole melancólica de la palabra, su frecuente repetición y la fama siniestra del pájaro, se encontrase presa de una agitación supersticiosa y lanzase locamente preguntas del todo diversas, pero apasionadamente interesantes para su corazón: unas preguntas donde se diesen a medias la superstición y la singular desesperación que halla un placer en su propia tortura, no sólo por creer el amante en la índole profética o diabólica del ave (que, según le demuestra la razón, no hace más que repetir algo aprendido mecánicamente), sino por experimentar un placer inusitado al formularlas de aquel modo, recibiendo en el nevermore siempre esperado una herida reincidente, tanto más deliciosa por insoportable.
Viendo semejante facilidad que se me ofrecía o, mejor dicho, que se me imponía en el transcurso de mi trabajo, decidí primero la pregunta final, la pregunta definitiva, para la que elnevermore sería la última respuesta, a su vez: la más desesperada, llena de dolor y de horror que concebirse pueda.
Aquí puedo afirmar que mi poema había encontrado su comienzo por el fin, como debieran comenzar todas las obras de arte: entonces, precisamente en este punto de mis meditaciones, tomé por vez primera la pluma, para componer la siguiente estancia:

¡Profeta! Aire, ¡ente de mal agüero! ¡Ave o demonio, pero profeta siempre!
Por ese cielo tendido sobre nuestras cabezas, por ese Dios que ambos adoramos,
di a esta alma cargada de dolor si en el Paraíso lejano
podrá besar a una joven santa que los ángeles llaman Leonor,
besar a una preciosa y radiante joven que los ángeles llaman Leonor".
El cuervo dijo: "¡Nunca más!."


Sólo entonces escribí esta estancia: primero, para fijar el grado supremo y poder de este modo, más fácilmente, variar y graduar, según su gravedad y su importancia, las preguntas anteriores del amante; y en segundo término, para decidir definitivamente el ritmo, el metro, la extensión y la disposición general de la estrofa, así como graduar las que debieran anteceder, de modo que ninguna aventajase a ésta en su efecto rítmico. Si, en el trabajo de composición que debía subseguir, yo hubiera sido tan imprudente como para escribir estancias más vigorosas, me hubiera dedicado a debilitarlas, conscientemente y sin ninguna vacilación, de modo que no contrarrestasen el efecto de crescendo.
Podría decir también aquí algo sobre la versificación. Mi primer objeto era, como siempre, la originalidad. Una de las cosas que me resultan más inexplicables del mundo es cómo ha sido descuidada la originalidad en la versificación. Aun reconociendo que en el ritmo puro exista poca posibilidad de variación, es evidente que las variedades en materia de metro y estancia son infinitas: sin embargo, durante siglos, ningún hombre hizo nunca en versificación nada original, ni siquiera ha parecido desearlo.
Lo cierto es que la originalidad -exceptuando los espíritus de una fuerza insólita- no es en manera alguna, como suponen muchos, cuestión de instinto o de intuición. Por lo general, para encontrarla hay que buscarla trabajosamente; y aunque sea un positivo mérito de la más alta categoría, el espíritu de invención no participa tanto como el de negación para aportarnos los medios idóneos de alcanzarla.
Ni qué decir tiene que yo no pretendo haber sido original en el ritmo o en el metro de El cuervo. El primero es troqueo; el otro se compone de un verso octómetro acataléctico, alternando con un heptámetro cataléctico que, al repetirse, se convierte en estribillo en el quinto verso, y finaliza con un tetrámetro cataléctico. Para expresarme sin pedantería, los pies empleados, que son troqueos, consisten en una sílaba larga seguida de una breve; el primer verso de la estancia se compone de ocho pies de esa índole; el segundo, de siete y medio; el tercero, de ocho; el cuarto, de siete y medio; el quinto, también de siete y medio; el sexto, de tres y medio. Ahora bien, si se consideran aisladamente cada uno de esos versos habían sido ya empleados, de manera que la originalidad de El cuervo consiste en haberlos combinado en la misma estancia: hasta el presente no se había intentado nada que pudiera parecerse, ni siquiera de lejos, a semejante combinación. El efecto de esa combinación original se potencia mediante algunos otros efectos inusitados y absolutamente nuevos, obtenidos por una aplicación más amplia de la rima y de la aliteración.
El punto siguiente que considerar era el modo de establecer la comunicación entre el amante y el cuervo: el primer grado de la cuestión consistía, naturalmente, en el lugar. Pudiera parecer que debiese brotar espontáneamente la idea de una selva o de una llanura; pero siempre he estimado que para el efecto de un suceso aislado es absolutamente necesario un espacio estrecho: le presta el vigor que un marco añade a la pintura. Además, ofrece la ventaja moral indudable de concentrar la atención en un pequeño ámbito; ni que decir tiene que esta ventaja no debe confundirse con la que se obtenga de la mera unidad de lugar.
En consecuencia, decidí situar al amante en su habitación, en una habitación que había santificado con los recuerdos de la que había vivido allí. La habitación se describiría como ricamente amueblada: con objeto de satisfacer las ideas que ya expuse acerca de la belleza, en cuanto única tesis verdadera de la poesía.
Habiendo determinado así el lugar, era preciso introducir entonces el ave: la idea de que ésta penetrase por la ventana resultaba inevitable. Que al amante supusiera, en el primer momento, que el aleteo del pájaro contra el postigo fuese una llamada a su puerta era una idea brotada de mi deseo de aumentar la curiosidad del lector, obligándole a aguardar; pero también del deseo de colocar el efecto incidental de la puerta abierta de par en par por el amante, que no halla más que oscuridad, y que por ello puede adoptar en parte la ilusión de que el espíritu de su amada ha venido a llamar... Hice que la noche fuera tempestuosa, primero para explicar que el cuervo buscase la hospitalidad; también para crear el contraste con la serenidad material reinante en el interior de la habitación.
Así, también, hice posarse el ave sobre el busto de Palas para establecer el contraste entre su plumaje y el mármol. Se comprende que la idea del busto ha sido suscitada únicamente por el ave; que fuese precisamente un busto de Palas se debió en primer lugar a la relación íntima con la erudición del amante y en segundo término a causa de la propia sonoridad del nombre de Palas.
Hacia mediados del poema, exploté igualmente la fuerza del contraste con el objeto de profundizar la que sería la impresión final. Por eso, conferí a la entrada del cuervo un matiz fantástico, casi lindante con lo cómico, al menos hasta donde mi asunto lo permitía. El cuervo penetra con un tumultuoso aleteo.

No hizo ni la menor reverencia, no se detuvo, no vaciló ni un minuto;
pero con el aire de un señor o de una dama, colgóse sobre la puerta de mi habitación.


En las dos estancias siguientes, el propósito se manifiesta aun más:

Entonces aquel pájaro de ébano, que por la gravedad de su postura y la severidad
de su fisonomía inducía a mi triste imaginación a sonreír:
"Aunque tu cabeza", le dije, "no lleve ni capote ni cimera,
ciertamente no eres un cobarde, lúgubre y antiguo cuervo partido de las riberas de la noche.
¡Dime cuál es tu nombre señorial en las riberas de la noche plutónica".
El cuervo dijo: "¡Nunca más!".

Me maravilló que aquel desgraciado volátil entendiera tan fácilmente la palabra,
si bien su respuesta no tuvo mucho sentido y no me sirvió de mucho;
porque hemos de convenir en que nunca más fue dado a un hombre vivo
el ver a un ave encima de la puerta de su habitación,
a un ave o una bestia sobre un busto esculpido encima de la puerta de su habitación,
llamarse un nombre tal como "¡Nunca más!".


Preparado así el efecto del desenlace, me apresuro a abandonar el tono fingido y adoptar el serio, más profundo: este cambio de tono se inicia en el primer verso de la estancia que sigue a la que acabo de citar:

Mas el cuervo, posado solitariamente en el busto plácido, no profirió..., etc.
 

A partir de este momento, el amante ya no bromea; ya no ve nada ficticio en el comportamiento del ave. Habla de ella en los términos de una triste, desgraciada, siniestra, enjuta y augural ave de los tiempos antiguos y siente los ojos ardientes que le abrasan hasta el fondo del corazón. Esa transición de su pensamiento y esa imaginación del amante tienen como finalidad predisponer al lector a otras análogas, conduciendo el espíritu hacia una posición propicia para el desenlace, que sobrevendrá tan rápida y directamente como sea posible. Con el desenlace propiamente dicho, expresado en el jamás del cuervo en respuesta a la última pregunta del amante -¿encontrará a su amada en el otro mundo?-, puede considerarse concluido el poema en su fase más clara y natural, la de simple narración. Hasta el presente, todo se ha mantenido en los límites de lo explicable y lo real.
Un cuervo ha aprendido mecánicamente la única palabra jamás; habiendo huido de su propietario, la furia de la tempestad le obliga, a medianoche, a pedir refugio en una ventana donde aún brilla una luz: la ventana de un estudiante que, divertido por el incidente, le pregunta en broma su nombre, sin esperar respuesta. Pero el cuervo, al ser interrogado, responde con su palabra habitual, nunca más: palabra que inmediatamente suscita un eco melancólico en el corazón del estudiante; y éste, expresando en voz alta los pensamientos que aquella circunstancia le sugiere, se emociona ante la repetición del jamás. El estudiante se entrega a las suposiciones que el caso le inspira; mas el ardor del corazón humano no tarda en inclinarle a martirizarse, así mismo y también por una especie de superstición a formularle preguntas que la respuesta inevitable, el intolerable "nunca más", le proporcione la más horrible secuela de sufrimiento, en cuanto amante solitario. La narración en lo que he designado como su primera fase o fase natural, halla su conclusión precisamente en esa tendencia del corazón a la tortura, llevada hasta el último extremo: hasta aquí, no se ha mostrado nada que pase los límites de la realidad.
Pero, en los temas manejados de esta manera, por mucha que sea la habilidad del artista y mucho el lujo de incidentes con que se adornen, siempre quedan cierta rudeza y cierta desnudez que dañan la mirada de la persona sensible. Dos elementos se exigen eternamente: por una parte, cierta suma de complejidad, dicho con mayor propiedad, de combinación; por otra cierta cantidad de espíritu sugestivo, algo así como una vena subterránea de pensamiento, invisible e indefinido. Esta última cualidad es la que le confiere a la obra de arte el aire opulento que a menudo cometemos la estupidez de confundir con el ideal. Lo que transmuta en prosa -y prosa de la más baja estofa-, la pretendida poesía de los que se denominan trascendentalistas, es justamente el exceso en la expresión del sentido que sólo debe quedar insinuado, la manía de convertir la corriente subterránea de una obra en la otra corriente, visible en la superficie.
Convencido de ello, añadí las dos estancias que concluyen el poema, porque su calidad sugestiva había de penetrar en toda la narración antecedente. La corriente subterránea del pensamiento se muestra por primera vez en estos versos:

Arranca tu pico de mi corazón y precipita tu espectro lejos de mi puerta.
El cuervo dijo: "Nunca más"
.


Quiero subrayar que la expresión "de mi corazón" encierra la primera expresión poética. Estas palabras, con la correspondiente respuesta, jamás, disponen el espíritu a buscar un sentido moral en toda la narración que se ha desarrollado anteriormente.
Entonces el lector comienza a considerar el cuervo como un ser emblemático pero sólo en el último verso de la última estancia puede ver con nitidez la intención de hacer del cuervo el símbolo del recuerdo fúnebre y eterno.

Y el cuervo, inmutable, sigue instalado, siempre instalado
sobre el busto plácido de Palas, justo encima de la puerta de mi habitación;
y sus ojos parecen los ojos de un demonio que medita;
y la luz de la lámpara, que le chorrea encima, proyecta su sombra en el suelo;
y mi alma, fuera del círculo de aquella sombra que yace flotando en el suelo,
no podrá elevarse ya más, ¡nunca más!

jueves, 30 de enero de 2014

De lo que soy (Raúl Gómez Jattin)

En este cuerpo
en el cual la vida ya anochece
vivo yo
Vientre blando y cabeza calva
Pocos dientes
Y yo adentro
como un condenado
Estoy adentro y estoy enamorado
y estoy viejo
Descifro mi dolor con la poesía
y el resultado es especialmente doloroso
voces que anuncian: ahí vienen tus angustias
voces quebradas: pasaron ya tus días
 
La poesía es la única compañera
acostúmbrate a sus cuchillos
que es la única

Poema de Raúl Gómez Jattin

    He recorrido hospitales mitigando la locura
    Una locura que durante muchos años ayudó a mi
    imaginación en mi poesía pero
    que después se volvió amenazante
    y puso en peligro mi vida
    Ahora - sin ella - escribo estos
    versos y no sé si he ganado o he perdido
    No se si tú – lector - notarás este cambio
    y lamentarás que mi verso
    se halla vuelto reposado y tranquilo
    Ojalá que natura de mí se haya
    apiadado y no eches de menos
    el fervor de otros días.

    ------

Pájaro (Raúl Gómez Jattin)

    En la clínica mental vivo 
    un pedazo de mi vida. 
    Allí me levanto con el sol 
    y entre tanto escribo 
    mi dolor y mi angustia. 
    Sin angustias ni dolores 
    ataraxia del espíritu 
    en que mi corazón 
    como una mariposa 
    brilla con la luz 
    y se opaca como un pájaro 
    al darse cuenta 
    de los barrotes que lo encierran.

miércoles, 29 de enero de 2014

Hay noches (Charles Bukowski)


Que sea mujer...


Frases Isabel Allende

- Me resulta complicado escribir sobre mi vida porque no sé cuánto recuerdo y cuánto es producto de mi imaginación; la estricta verdad puede ser tediosa y por eso, sin darme cuenta, la cambio o la exagero, pero me he propuesto corregir ese defecto y mentir lo menos posible en el futuro. Trato de avanzar en orden cronológico, ya que algún orden se requiere y pensé que ése se me haría fácil, pero pierdo el hilo, me voy por las ramas o me acuerdo de algo importante páginas más adelante y no hay modo de intercalarlo. Mi memoria se mueve en círculos, espirales y saltos de trapecista.

-Un dolor así, dolor del alma, no se quita con remedios, terapia o vacaciones, un dolor así se sufre, simplemente, a fondo, sin atenuantes como debe ser

lunes, 27 de enero de 2014

Los dientes de caperucita (Andrés Caicedo)

Uno se da cuenta queso lestá ocurriendo a uno no lo vastar creyendo porque únicamente lo ha visto en las películas, pero te digo que antes me pegaba un puño dónde fuera y soltaba semejante berrido cuando me acordaba della, tanto quen la casa corrían a ver quéra lo que había pasado hermano pero nuespa tanto si uno se pone a ver las cosas diotro modo tampoco porque nos sucedió algo bien feo nos podemos tirar a la olla desa manera sobre todo si uno no tuviera más quiacer ¿no? Ponete a ver yo creo que vos tuviste más tiempo de conocerla aunque no del todo eso es lo que yo digo y por eso te pregunto otra vez que si la pelada era normal con vos entendeme que si se portaba comuna persona común y corriente lo que yo digo y seguiré diciendo es qués la hembra más divina que he visto en toda mi puerca vida y desde que me la encontré  en esa fiesta no hubo modo de sacármela de la cabeza pero deseándola ¿oíste que conocías esa palabra? Deseándola diá verdad mompa nuera sino pensar en ella  y digamos que se te va parriba el tiringuistinguis  no hay quién te lo detenga ni amarrándolo con cabuya pero por qué ponete a ver si yo nunca hablaba con ella nos encontrábamos de vez en cuando y hasta ni me saludaba porquial principio me cargaba su bronquita vos sabés pero nuera pa tanto después de todo ¿no es verdad? Mirá que no te voy a decir questuve un año pensando en ella porque al fin y al cabo uno tiene sus hembritas y por esa época no perdíamos fin de semana para ir a la finca con las de por tu casa tiacordás que vino después la más pollita a decirme que había quedado preñada brother  te digo quial principio me asusté un poquito te apuesto que cualquiera hubiera pasado por las mismas pero queda como bastante jodido ponerse a creerle a una pollita de catorce años así mismo se lo digo yo y ya ve que tenia razón por eso es que te digo que no soy ningún pendejo pa ver si diuna vez me coges la onda ¿no? Pa que vías que tampoco soy desos que se ponen a pensar en una hembra y diallí no hay quién los saque no hay derecho hombre sobre todo si uno tiene sus buenas conexiones en una ciudad hermano lobo y además se tira con hartas ganas a sacar su bachillerato porque a eso se le tiene que meter también su poquitoe tiempo después de todo no solamente son chimbas lo que hay que buscar en esta vida, pero es que no me dejás hablar con tu preguntadera te pepito que le dije que no le creía y punto que me mostrara la barriga bien hinchada y allí si hablábamos pero dejá yo termino de contarte que se nos hace tarde no ves que son las ocho y media y a lo mejor hoy las peladas amanecieron bien atravesadas y no esperan, vos conocés comués la movida en las fiestas de quince uno nomás va es a bailar olvídese dentrarle a los platicos pa eso tenés que meter a grill o ponertiadar vueltas en carro, claro quialotro día tencontrás con las peladas juiciosas de la fiesta en un sitio bienoscuro y no podés creer que son la misma hembra que no se dejaba ni tocar un pelo sobre todo ahora que la tenés bien trincadita ¿no? Y claro que dale a la rastrilladera y por qué no decirle que después se van juntos a cualquier parte que tenés el carro afuera esperáte pa que víás pero no me mamés gallo no me mame gallo hermano si en esa fiesta el que estabas eras vos tan chistoso ¿no? Je je esperáme nomás Yo me muero de la puta risa tiacordás que me la presentaste y allí mismo te pedí permiso pa sacarla a bailar y vos dijiste claro pero como sin muchas ganas y yo ya estaba por decirle a ella que de dónde se había sacado ese par diojos porque ah hembra pa estar buena brother dóndera que la tenia tan escondida que no la dejabas respirar siquiera y ella bailando conmigo muy almidonadita y compuesta sin conversar ni nada y yo lo quesperaba era algo así común bolerito te hablo francamente pa ver si me le podía acercar un poco más pero pa decirle la verdad no le vi cara destar muy amañada de modo que te la llevé pa cumplir con mi deber pero te digo que no más la veía y se me ponía el coso comuna tranca y ahora es que me pongo a pensar de que le suceda eso a uno apenas ve a una hembra debe ser que la quiere o algo así ¿no? Debe implicar algo de cariño hermano, ¿Cómo? Im-pli-car hombre: abarcar traerse para si yo que sé pero que te pasa acaso no sos bachiller o qué pero mirá que en el cuento hay cosas que tinteresan de modo que mejor cerrás la boca y dejás que hable ¿no? Mirá que yo no te dije nada brother si al fin y al cabo era tu novia y vos siempre has sido mi mejor amigo y eso no se debe hacer ni estando muerto. Pa lo único que abrí la boca  fue pa felicitarte por semejante hembrononón porquiallí no hay necesidad de discutir mompa ¡quiojos y qué tetas! Y fijáte que cuando vos me venias con todos esos cuentos de que habías estado con ella en la finca y que por un poco más te la comías y que la pelada era caliente y todo pero que le daba miedo y yo no sufría oíste por más que no me la podía sacar de la cabeza yo no sufría te lo digo no sé por quéstaba convencido quesa hembra tendría que ver algo conmigo después algún día y no te me vas a ir enojando que vos sabés desdiace mucho pa lo que yo la quería en eso si pongámonos de acuerdo. Uno siguiendo con la misma vida diantes vos sabés esa pelada de por tu casa llamándome a cada rato por cuestión grave embarazo y quéra la joda decía yo si es que tiene un pelao allí pues deje ver pa que yo compruebe ¿no? Pero ella ni modo sólo que hoy me patalió  de lo más feo y palabra que ya me estaba poniendo con mis nervios qué creés y yo diciéndole vos agamelfavor de arreglar esto con decencia como dios manda y ella no papi y al fin yo no sé quéra lo que se traía esa hembra oís pero como que me suena quéra asunto de seguir pichando porque lo que si era cierto es que yo le gustaba común berraco y no me vas a decir ahora creído que después de todo la vieja hembrina esta buena ¿si o no? Así me gusta maestro que se manifieste de una sabés que ahora que dizque está en Bucaramanga cómo será el modo de putiar allá ¿no ve? Pero por lo menos a mi si no mencartó con su asuntico dejemos eso pa los pendejos no pa uno hermano no mejor esperáte que miancontao que la cerveza como que lo deja impotente a uno mejor no la pidás viejo Nicolás si te contara lo que le pasó aun amigo mío que estudia en la Base. Ernesto Alzate, ¿lo conocés? Mejor no pidás nada te digo que después de todo no es quiaya mucha plata y seria bueno que nos quedara padarles un poco de cosa a las hembras mano además que no hay como pichar trabado uno siente quel polvo le dura siglos y como que ni sobraría algo de mentol chino pa ver si alcanzo a echar dos por lo menos porque yo estoy vacio tengo el tanque sin una gota con tanto que nos hemos movido en estos días qué berraquera ¿no? Pero dejá pues, yo creo que con la yerba Alcanza, lo mismo de siempre viejo exámenes cada mes y platicos como que todos los sábados pero nada en serio, vos no pudiste conocerme a la mona ésa con la quiandaba yo por ésos días porque te perdiste diun momento a otro y yo echándote los telefonazos cada vez que tenia un par pa la noche pero vos no porque hoy salgo con Jimena me voy a bailar con Jimena me voy a cine con Jimena y a mi ya Mestaba poniendo piedro tanta joda porque nada que ustedes peliaban y esa hembra que la tenia metida como nunca si te digo quéra como novela de corin tellado pero al revés entendeme y me hacés el favor y me das un cigarrillo mano que últimamente se me están acabando las cajetillas en dos horas si te digo questoy de nervios cómo si hubiera visto al conde Drácula no te digo cualquier gúevonada y vos saliendo cuando quisieras con la pelada y a mi ya me estaba dando era pica que que creés si era la hembra a la que más hambre le he cargado en esta ciudad pero ni modo y yo me pasaba el tiempo con un número cualquiera y de vez en cuando andaba con el viejo Oswaldo que se trae sus buenos platos y conoce piernas raras que da miedo si la otra vez le peluquiamos el coso a una hembra que lúnico que quería era meter yerba pero nada de dejarnos ensillar las yeguas entonces el man sacó su fierro porqués hasta peligroso el individuo y le dijo o te quedás quieta o te rajo aquí mismo y la hembra ni modo tuvo que dejarse sin decir ni pio y después Oswaldo no le quiso dar la ropa y a mi no era que me gustara que la dejáramos así pero de todos modos sería chévere hacer eso por primera vez entendeme así que le quemé todo lo que llevaba puesto desde la blusa hasta los calzones si hubieras visto todo lo que se divertía Oswaldo palabra que no he visto una pinta más gozón quel hombre y la dejamos en pelota como a ocho kilómetros de Cali. ah el viejo  Oswaldo puallí me contaron quiandaba metido en líos con el papá de una pelada como que fue vaina de casamiento o algo así fíjate había noches en las que yo no sé había noches en las que vos y yo nos encontrábamos llegaba aun grill y allí estaban ustedes bien agarraditos, viejo y saludo y todo pero nada de sentarse en la misma mesa y yo echándoles ojo con disimulo mirando como ponía la cara Jimena cuando la besabas y yo tratando de desquitarme con la hembra que yo estaba pero era barro oís barrísimo nuera lo mismo viejo te lo digo pero lo más horrible fuén las vacaciones pasadas cuando me puse andar solo tiacordás y era a la fija que mencontraba con ustedes en cine o en cualquier metedero o sencillamente por las calles y vos siempre con esa preguntica jarta de por qué tan solo hermano y aquí entre nos te digo que yo siempre esperaba que esa pregunta me la hiciera ella para poder contestarle algo bien lindo si me perdonás pero la pelada ni abría la boca y vos siempre con por qué tan solo hermano y yo respondiendo quéra que me había dado por ésas pero vení y te digo la verdad: era que no había hembras si querés saber se habían esfumado diunmomento a otro cómo que por qué si era la escasez hombre vos sabés quen vacaciones muchas chimbas se van diaqui y la cuidad se queda más o menos vacía  o vienen gallinazos de otras partes pa caerles a las hembras diuno pero en las vacaciones pasadas la cosa fue demasiado lejos te lo digo que todo el mundo andaba era desesperado pero vos ni cuenta te dabas porquiandabas bien organizado con tu Jimenita. Vinieron de todas partes creo quiasta del exterior si querés saber y llenaron la Avenida Sexta las fuentes de Soda los teatros los clubes los grilles comuna plaga hermano si vos no te diste cuenta de nada andabas era por las nubes con su trozo dembra parriba y pabajo mientras uno estaba era penando en la física olla y tropeles que ni se diga esuera que se organizaban comisiones pa darle madera a los gallinazos hasta galladas que nunca se habían podido ver se unían pa formar un frente común de resistencia brother los agarraban y delante de sus hembritas les daban hasta que no se podía más si la otra vez mataron como a ocho en el Campestre era que la situación ya se había vuelto insoportable palabra que nunca se había visto tal invasión de tipos pinta en Cali todos venían con carro bien chévere y vos sabés que lúnico que se necesita aquí para tumbar chimbas es un carro último modelo y eso que casi todos los manes eran pintísima de modo que imáginate los efectos que causaría la combinación no había chico te lo digo todas las hembras andaban eran prendidas de los tipos bonitos por eso es que yo creo que hay que cuidarse reserva comida para situaciones difíciles como esa pero estuvo bueno que se fueran tarde o temprano y por allí anda rodando la bola de que van a venir armados en las otras vacaciones y con ganas de tropeliar te cuento uno no se puede descuidar así no más no te vas a estar creyendo así que ya sabes porquéra quiandaba solo no era quiauno le diera por ésas no creás eso le decía yo a la gente por hacerme el raro vos sabés que a las hembras les gustan los tipos raros pero no me iba diaqui no me iba oíste todos los amigos diuno cuando se cansaron de darse bala y madera con los gallinazos sin obtener ninguna recompensa armaron viaje pa otra parte pero yo no me iba y era por estar cerca de tu Jimena y mirá que si te seguís burlando no sigo con el cuento pero cómo querés que hable teniendo un cabrón al frente que no hace sino burlarse de todo lo que uno dice hombre eso no es tener sentimientos ni caridad cristiana no hay derecho ¿de modo que me vas a decir ahora que mestaba enamorando della? No sia brutombre palabra que yo lo creía a usted más inteligente en serio dejáme ver nomás cuántos dedos tenés de frente porque si querés las cosas bien dichas lo único que yo quería con tu Jimenita era tenérsela bien adentro ¿ya? ¿Satisfecho? Era sexo, viejo, ¿no has oído esa palabra? Sexo pero con rabia brother esperando a quiustedes acabaran diuna vez por todas pacomenzar a entrarle porquéso si lo sabés muy bien y es que a mi no me gusta gallinaciarle las novias a los amigos en eso no podés tener la menor queja y sobre todo con vos que nos conocemos desde chiquitos pero la pelada me cargaba bronca eso hay que reconocerlo y yo no sé por qué seria la vaina porque yo me había portado bien con ella es que pa decirle la verdad ni tiempo había tenido de portarme mal peruasi es la vida hermano cada vez que nos encontrábamos la saludaba con la mejor de mis sonrisas vos sabés que a lo que las hembras les gusta más de mi son las sonrisas pero nada la pelada no me decía si no cómo le va y voltiaba la cara y yo loco todo confundido es que nuera pa menos viejo pero a pesar de todo yo me decía esperemos a ver qués lo que resulta de toduesto y fijáte quien iba a pensar que resultaría lo que resultó, Y vos llevándome todos los días cuentos de ella que cuando bailaban quiotra vez en la finca que pa decirle la verdad ya me tenias era cansado porque yo con semejante hambre que alimentaba para la hembrita y vos con todos esos cuentos pues claro que por las noches y sin tener nada más quiacer la jalada a la paja era cosa fija te digo pero sé que no me vas a creer: pensando en ella, pensando en ella y ahora si decime esto: ¿vos le ponés la mano y ella no dice nada se queda quietecita como si fuera una mujer común y corriente? Enflaqueci enflaqueci si querés sabes y ahora si que me dio por andar solo peruesta vez diá verdad no vas a creer quera por falta dembra era que no me provocaba hacer nada cómo no fuera estar encima de Jimena si me hacés el favor y me perdonás la franqueza y ustedes durando más quel Padre Nuestro felices por todo Cali y vos dále con más cuentos de cuando le metías la mano de cuando le bajabas el cierre mientras ella pegaba un respingo y que se te prendía como garrapata y por esta cruz santa que ya testaba cogiendo bronca qué creés si nuera pa menos y yo te decía dejá de ser pendejo si la cosa es dese modo questás esperando pa comértela y vos pero qués lo que testás creyendo creés acaso que Jimena es una puta o qué ¿ no vez quéstamos esperando pa cuando nos casemos? Ahora si riámonos los dos juntos hermano quel asunto nues pa menos. Cuando se casaran y estabas hablando en serio por mi Dios santo  si no estabas hablando en serio decime ¿estabas” hablando en serio? Así que ya te podés imaginar como fue, que me puse yo, verde te digo comuna chirimoya si hasta me preguntaste pero qués lo que te pasa Eduardo pero yo no te dije nada fresco seguime contando el cuento ¿de modo que se casan no? Qué bien mi hermano tenés quiavisarme pacerles de padrino cosas así y al otro día fue cuando me dijiste que habían terminado quél viejo Chucho questá en los Cielos me perdone pero te aseguro quése fuél día más feliz de mi vida ahora único que faltaba era comenzar a entrarle a la pelada asunto frito, Mariado viendo únicamente ese par suyo diojos enredados en su pelo agarré el teléfono y marqué su número y contestó ella  abrí la boca alcancé a sonreír antes o después diabrir la boca y colgué el teléfono si claro que colgueltelefono qué creés ponete en mi caso qué tenia yo pa decirle a ver quiay Jimenita ¿querés salir conmigo esta noche? No hermano yo no soy désos y allí fue cuando comenzó Cristo a padecer teniendo el camino libre y no poder hacer nada porque jamás había tenido una conversación con ella casi que ni sabia cómo era su tono de voz y si la seguía llamando por teléfono ella se iba a dar cuenta que mestaba volviendo loco por ella Nicolás ni modo estuve una semana entera soñando con ella a toda hora los mismito quen las novelas de Corín tellado perual revés ya te lo dije allí estaba ella librecita sin tener que ver con vos ni con nadie y yo viviendo en la misma ciudad en las mismas calles sin poder hacer nada hermano entonces uno de esos días me llamaste por teléfono pa decirme que habían arreglado y hasta yo me sentí mejor sabés poquiasi ya tenia buenos motivos pa no entrar en acción pero a los cuatro días me llamaste otra vez pavisarmé que habían terminado para siempre y allí en ese preciso momento fue cuando comencé a volverme loco porque ahora mismo estoy más loco quiuna cabra que creés

cuánto pasó días te digo días enteros sin hacer nada y ya las vacaciones pacabarse y yo metido en la casa comuna dulce pelota ah y me llamó la que vive por tu casa de la quiablamos ahora a decirme que mañana síba pa Bucaramanga y que me quería vér pa despedirse pero yo hasta me había olvidado della me había olvidado de todo mejor dicho no tenia presente aquí en el coco si no a Jimena de modo que cómo iba a saber quién carajos era esa hembra que siba al otro día pa Bucaramanga y así mismito se lo dije que no tenia la menor idea de con quién estaba hablando y me contestó que con la que viviá por la casa de Nicolás mi mejor amigo la que tuvo un hijo mío hace como dos meses entonces le dije ah ya miacuerdo qué hubo del pelado y se puso a echarme cuentos tristes de que se le había muerto la criatura y yo qué lastima hombre qué lastima cómo lo siento por el primogénito palabra hola cómo que me vio cara de pendejo la hembra esa ¿no? Pri-mo-gé-ni-to hombre los que mandó matar Moisés cuando las siete plagas allí está lo bueno del chiste, pelotudo. Pero me dijo otra vez que quería despedirse de mi esa misma noche porque fíjese papito que mañana me voy pa Bucaramanga así que pensé bueno Jimena nues la única chimba de la República de Colombia así que manos a la obra y Salí en el carro pasé por tu casa vos estabas de milagro y montamos a las dos hermanitas y después por la Plaza de Toros les dimos hasta que ya no se pudo más si hasta nos las turnábamos a cara y sello ¿tiacordás? Pero estaba buena la menorcita ¿no? Después deso mucha despedida y todo que me les vaya muy bien en Bucaramanga pero lo bueno comenzó cuando la pollina se me agarra a llorar diciéndome que si nuestro hijo no hubiera nacido muerto le hubiera puesto Eduardo como yo como su padre y eso ya era mucho dejarse joder la vida y te vas a ir a la puta mierda putica de mierda hombre Nicolás ¿podrés creer? Pero no fue nada nua pasado agua por el monte porquestado encima diuna de las hermanitas no hacia otra cosa que imaginar questaba encima de Jimena y ya conocés el resto: mucho tiempo viejo creo quiasta dos meses con la misma vaina hembritas los sábados otra vez el colegio sexto de bachillerato ya y salimos désa joda lo mismo de siempre y pensando tanto en Jimena qué vamos a ver si mentendés lo que voy a decirte pensando tanto en ella que al tiempo lo que comencé a sentir fue comuna especie de cansancio y entre cansancio y cansancio como que se me fue casi borrando de la mente creéme o no al fin y al cabo se me da un culo te digo que ya casi mestaba olvidando della cuando me llamo por teléfono hacemelfavor y me das otro cigarrillo hermano deberías  comprar Lucky más bien mejor dicho qué tabaco ni que mierda yo lo que necesito es yerba maestro mirá que mestá doliendo cada músculo del cuerpo cada músculo del cuerpo ¿Cómo? Si hombre me llamó por teléfono poneté a ver lo que yo pensaría cuando contesté y era su voz era su voz hermano vos ya más o menos sabés esto pero hay cosas que no tenés nidea así que mejor pará la oreja además es que las necesito decir hermanito porque ya no sé que más hacer yo no sé si vos mentendés palabra que al oir la voz della creí que me llamaba pa preguntarme por vos y así se lo dije qué hubo de Nicolás y ella me contestó que no sabia como con un tono de lo más raro y te juro que me dio lastima con la pelada porque vos por ésa época andabas era con la gringa tan puta esa del American Field Service y hasta quise cambiarle de tema pero lo único que pude hacer fue armar un bache entre. Bache, hombre ba-che qués lo que te pasa es que nuentendés lo quiuno habla o qué, Bache un bache en la conversación creo que no encontrábamos nada de qué hablar por lo menos yo hasta que dijo con esa voz tan suya mire Eduardo es que lo llamo pa invitarlo a una fiesta Claro que mice comuelque si nada no vas a creer que Pero te imaginás a la velocidad que mestaba trabajando el celebro viejo sin entender una palabra de lo questaba ocurriendo le dije que yo la llamaba el viernes pavisarle que si podía ir ¿okay? Todo eso como pa que no viera que yo estaba muy interesado si hasta le pedí el número del teléfono fijáte como si no lo supiera desdiace siglos mirá que después de todo yo sé hacer bien mis cosas y en esas quedamos y por favor no te vas a reír cuando oigás esto porque si las cosas eran como yo me las imaginaba si no había ninguna trampa debajo desa invitación todo el tiro todo el tiro estaba en tenerla bienjuntica a mi bailando cualquier bolero y después invitarla a dar vueltas en carro no te me nojés que no tenés motivos antés agradecé que no techo mentiras porque si fuera otro cuando me vi con vos no te comenté el asunto como setiocurre sólo quiay de Jimena y vos fijáte que como que la vaina sestá arreglando el sábado tengo una fiesta con ella y yo quioigo eso y digo comuasi tengo que averiguar en qués lo que para toda esa vaina y me pongo allí mismo a sacarle datos imaginate si no y si, resultó que tu fiesta era la misma fiesta mía te expliqué entonces te mentí te dije que una pelada me había invitado de modo que allá nos veíamos ¿no? Y vos qué bien allá Nos vemos claro mano, Ya había comprendido todo hermano pa qué más así que me dije bueno Jimenita a jugar con otro más pendejo y ni siquiera me pasó por la mente llamarla ese viernes ya mestaba tirando a la cama cuando sonó el teléfono y era otra vez ella que me llamaba pa ver si era que se me había olvidado lo de la fiesta ahora si decime pero en serio hombre sin reírte: cuando supiste quella mestaba invitando no quisiste ir a la fiesta  ¿cierto? ¿A vos te había invitado otra pelada pues así? Hombre haberlo dicho antes qués esa vaina de andarle a uno con mentiras bien que no fuéramos amigos desde chiquitos viejo hay que hablar en serio sobre todo que como que ahora si vas a oír lo que vos no sabés lo que no sabe nadie te digo incluso no sé si lo sabré bien yo es que todo están raro que Mirá que todavía comprendiendo a medias sin haberle comentado a ella el asunto tuyo dije bueno vamos a esa fiesta pa ver al fin qués lo que va resultar de todueste lio y si alguien quiere jugar conmigo pues que se vaya chupando el codo vos me conocés así que me puse vestido y corbata y todo eso y metimos pa la fiesta Jimena me estaba esperando en la puerta qué hembra pa estar divina te digo me presentó a todas sus amigas como cincuenta ya sabés como es de maluco que a uno le presenten diuna semejante cantidad dembras pero a mi casi no me importo en ese momento porque en lúnico que yo pensaba era en cuando la sacara a bailar y si todo salía bien en cómo empezaríamos en el carro porque basándome en tus historias lo único que yo necesitaba era comprobar que yo le gustaba a la hembra  sin saber cómo ni donde ni cuándo sólo eso pa empezar a trabajar y bailamos y al rato me doy cuenta que la pelada tiene ganas de conversar o algo parecido porque mestaba mirando como con unos ojos de lo más raro Nicolás te digo quesa mirada era algo nuevo no no sé como describírtela pero era raro en ella era como si no pero mejor no hablemos que se me comienzan a parar los pelos no te rías qués en serio y ella que quiere conversar y yo ya te imaginarás que a mi conversar me importaba cinco además que desde que pasó todo eso me cuesta trabajo yo no sé como es questoy hablando ahora es que lo necesito porque no sé en qué irá a parar si no se lo cuento a alguien pero esperáme dejáme tomar aire que otra vez mestoy atrancando ¿no te decía que había quedado medio loco? Es difícil ponerse a recordar y sobre todo oh total que lo único que deseaba era sentirla al lado mío y ya me lestoy pegando en un bolerito cuando de pronto me mira de frente y me dice ¿nuas visto a Nicolas? Buena ya sabés que trague saliva cuando vos te colgás te ponés colorado pero yo no lo que yo hago es tragar saliva y es un problema del carajo porque pa que la persona no sé de cuenta quiuno está colgado me aguanto toda la saliva en la boca y cuando me decido a pasarla tengo tanta que lo que consigo es una atragantada de los mil demonios como ves es un problema y Jimena que me pregunta por vos y claro que me sucede la misma operación que tiacabo dexplicar perua pesar de todo hago lo humanamente posible pa quella no se dé cuenta en qué líos estoy y como si no hubiera pasado nada le digo ¿Nicolás? Ah si creo quél iba a venir a esta fiesta y sigo bailando tan fresco comuna lechuga un dos tres daré cuatro cinco izquiér y al ratico ella me dice con ese tono tan raro que tenia esa noche si iba a venir pero como que al fin no vino un dos un dos entonces ahora si es verdad que yo comprendo todo a las mil maravillas por delante cuatro cinco y lúnico quespero pa despedirme es que finalice la canción por detrás otro por delante tres cuatro izquiér peruesque nuas

Entendido  viejo viejo Y allí tirimpontintin bajaron las trompetas y ya no se oía más que la aguja que pasaba saltando sobre el disco rayado y no mejor no texplico es que las cosas han cambiado tanto desde esa noche que todo en lo que yo creí no sé como que todo ha sido derrumbado de un momento a otro por qué mejor no me das otro cigarrillo lo de la despedida también fue como medio rarongo ¿oíste? Ella me miraba definitivamente como otra persona yo le dije chau pues y me preguntó como con una infinita tristeza  ¿se va ya? Yo no le contesté porque si abría la boca seria pa mandarla a la mierda vos me conocés pero no quería armar un escándalo con todo lo caído questoy con la gente de Cali de modo que me voy yendo sin decir esta boca es mía y cuando ya iba por la puerta me gritó algo te digo que me gritó algo así como hablamos ¿no? O déjese ver hermano eso fue todo porque el centro mencontré con vos y con la flaca ésa y me preguntaste qué hubo de la fiesta y yo te dije regular pero dejáme terminar esto bien rápido no me hagás tanta pregunta que ya te digo que las peladas se nos van aburrir de tanto esperarnos caminá questa hembra tiene amigas chéveres me dijiste y cuando las estábamos empelotando pensé que la gloria seria estar haciendo lo mismo con Jimena y si te reís te planto esta mano en la jeta tiacordás que hubo un puente como de cuatro días por esa época y que lo pasamos en tu finca con las dos nuevas adquisiciones se pasó legal ahora que miacuerdo hola y qué se hicieron esas hembras ni más que las he vuelto a ver así es la gente así es la vida cada uno coge por su rumbo y se olvidan diuno eso es lo triste ponéte a ver entonces cómo me quedaría yo cuando llego a la casa y me dicen quiuna tal Jimena me ha estado llamando sin descanso Sabés que yo por esa época ya estaba loco de modo que agarré el carro y sin pensarlo dos veces sin pensar en nada mejor dicho pegué pa su casa y me le presenté así no más abrió la puerta y también como que abrió los ojos y me dijo quiubo Eduardo y yo le respondí qué hubo y me quedé allí delante de ella con los brazos cruzados sin decir ni mu entonces me invitó a pasar y yo con los brazos cruzados entré y me senté en el sofá sin mirarle a la cara y con los brazos cruzados le dije qués lo questá pasando explicáme Jimena hacemé el favor yo no sé que cara puso ella pero creo questá vez también debió abrir los ojos y dijo explicar que Eduardo entonces allí fue cuando descrucé los brazos y me puse a manotiar y a gritar un día me invitás a una fiesta pa darle celos a Nicolás ¿Cómo? Entonces paquera que me invitaba guevón pa darte celos a vos cogé la onda que yastás muy viejo, y después te ponés a llamarme todos los días a mi casa por favor Jimena qués lo questá pasando ahora si la miré de frente esperando a que hablara pero ella clavó la vista en el suelo y no dijo nada y yo al ver tan pocas intenciones de respuesta me senté en el sofá de nuevo con todo el pacifismo del caso y con los brazos otra vez debidamente cruzados Pa-ci-fis-mo pero no preguntés más pa ver si te puedo contar lo que viene por favor por favor después destar callados un minuto o cuatro horas no sé voltió la cara hacia mi y se me tiro Primero me besó con tanta fuerza en la boca que yo asustadísimo lo que hice de primero fue comprobar en caso de que sus papás estuvieran por allí y como nadie estaba pues me puse a colaborarle usando todas las técnicas que conozco hasta que no pude más porque mestaba mordiendo me había mordido desdiace rato mejor dicho y me vine a dar cuenta nada más cuando sentí aquél grueso rio de sangre que me bajaba por el cuello entonces siento como que todo se me viene encima y da vueltas parriba y pabajo y Jimena frente a mi con la boca entreabierta llena de sangre y sus manos que se estiran pidiéndome que La siga besando pero yo creo que no puedo porque me duele me duele con locura mirá nomás la cicatriz que me quedó Jimena estira los brazos y se acerca más y de lo único que miacuerdo es de haber amanecido al otro día en mi casa completamente vestido y con la sangre seca sobre la barbilla y en el pecho yo no sé pero al despertarme lo único que pensé al verme la jeta hinchada y toda esa sangre fue que por lo menos había valido la pena que nos hubiéramos enloquecido al perseguir a Jimena por tanto tiempo ¿no? Pero ahora si decime: ¿vos nunca le notaste como algo raro decí cuando la besabas fuera de arrecha no le viste yo no sé como cierto comportamiento como una vaina que no entendías? Bueno entonces algo tiene questar funcionando muy mal desde hace tiempo en todo lo de uno nues sino que tesperés a que te cuente como agarro el teléfono y la llamo como si ya estuviéramos de novios quién iba a pensar que con ella las cosas eran tan diferentes le digo que la invito a salir esa misma noche y ella acepta de una a qué horas pasa por mi Eduardo vos esa noche no la viste pero arrimáte más y te digo questaba más bonita que nunca esos ojos que le brillaban y un vestido escotado y el pelo suelto sin laca ni ninguna désas porquerías y nos sentamos a conversar en una mesa pero ella no quería conversar ni nada sólo bailar así mismo me lo dijo y yo claro camine bailamos ponéte a ver si no y nos pegamos y todo eso y siento esos senos junto a mi que bajaban y subían y claro que la apreto porque tengo el tribilín comuna carpa y ahora ella mestá besando cerca de las orejas cerca de las orejas y en la nariz y en la nuca ahora sobre todo en la nuca y temblando yo no sé de que manera y pienso Nicolás tenia razón esta hembra lo qués es bien caliente y claro que dale con la rastrilladera cuando le veo brillar los ojos como chispas y antes de que me dé cuenta me ha clavado los dientes en la nuca pero con furia creéme que un poco más y suelto el berrido pero no solté ningún berrido sólo me pasé la mano por donde ella había clavado los dientes ahora tengo rojos los dedos tengo roja la mano tengo que apartar a Jimena Nicolás Jimena mestá mirando resollado otra vez con la boca untada de sangre Dios mío qué hago decime Nicolás ¿nada desto te pasó con ella? Nada más qué otra vez mestacostando trabajo hablar Nicolás es mejor que ya me dejés tranquilo porque no puedo seguir o si puedo porque cogiéndola bien duro la saqué diallí y me la llevé como un loco pa la finca y en el carro ella no habló una palabra sólo que como quesestaba relamiendo los labios eran nervios creo y cuando llegamos estaba lloviendo y el mayordomo muy decente y todo corrió abrirnos la portada y yo la quería oíste yo la quería con berraquera hermano y creo que ella también pero es que no sé es todo tan extraño que ya no se puede ya no se puede te digo que ni siquiera nos habíamos bajado del carro cuando me dice subamos rápido Eduardo y claro que yo le doy gusto cómo no voy a darle gusto me la llevo abrazada hasta el piso de arriba y la entro al cuarto de mis papás qués de cama grande y su boca y su pelo que no se queda quieto yo le quiero morder el pelo Jimena dejáme morder su pelo y todo eso y veo estrellas porques la gloria y ni siquiera pensamos en vos Nicolás no te digo mentiras Jimena se desviste tan rápido como puede y jadeando se abraza a Eduardo quien todavía no se ha quitado la ropa entonces ya desnudos él trata de tirarse a la cama pero Jimena no deja se cae sobre él sobre la alfombra lo arrastra suplicando y Eduardo sabe que dentro de un momento no va a poder más ya no voy a poder más hundo la cara entre sus senos para que ella se retuerza puta mierda para que suplique y tengo toda esa mata de pelo entre mis manos ella le besa todo desde la frente hasta el pecho lambe muerde aruña ahora baja lengua labios dientes por el estómago de Eduardo y Eduardo mira al techo y ella gime resopla por Dios Jimena nada amor qué Más amor Jimena pasa su lengua por los primeros vellos y sin vacilar le lambe el sexo entonces es cuando él lo siente entonces fue cuando sentí aquel ronquido que no se de qué parte del cuerpo le salía un ronquido cómo de perra como de hiena te digo y aquel brillo en los ojos y el mordisco el mordisco y Eduardo que es consiente de la magnitud de su berrido tuvo que oírme el mayordomo y de sus patadas ella tiene ahora un pedazo de carne en la boca Eduardo la ve mascar y relamerse y de pronto una sonrisa carne y sangre y pelos pidiendo más comida Eduardo se lleva las manos al sexo y se pone a llorar diciendo mamá Antes habíamos tenido una racha de buena suerte con las que llegaron este año del American Field Service y que no hablaban ni papa despañol si hasta nos estábamos poniendo débiles de tanto darle al negocio ¿qué nuan vuelto a escribir las gringas ésas? Mirá si no será cierto que la gente se va olvidando diuno ahora si vamos a irnos que deben estar cansadas desperarnos las pobres va a ser la última vez que recuerdo esto te digo allí están pitáles ay mamita comuestá de buena maruja decime una cosa: ¿jamás notaste cómo las pupilas se le iban dilatando dilatando hasta ponerse delgadas y largas? Entren mamitas entren pa dónde quieren que las llevamos esta noche venite patrás Marujita questa vez vas a peliar conmigo ja ja cogé por los lados de jamundí viejo Nicolás que por allá no pasa gente Jimena lo ve llorando llamando a su mamá como una criatura y emite el último rugido y sale de la casa y cuando se pierde en la noche está llorando pero todavía mastica uno tiene que cuidarse Nicolás uno tiene que cuidarse no se puede negar que algo horrible está pasando ahora hagámolo al revés Maruja voy a mostrarte una cosa que menseñó hacer una pelada que se llama Jimena para mí que vos la conocés yo no sé por qué pero es injusto que haya pasado nada más conmigo qué hubo Nicolás cómo va esa cosa allá delante si querés cuando acabe con ésta te la paso ¿no? Un día destos no voy a poder más. 

jueves, 23 de enero de 2014

Siempre fui enemigo de los grupos y las filas de gente. Me aferro a mi calidad humana, a mi propia personalidad, individual y definitiva. No es que sea antisocial. Nada de eso, lo repito. Pero el hombre adocenado, el hombre de masas, me asquea. René Rebetez