No respondas nada
a la demanda del llanto. A su invitación
de resolver fácilmente
las razones del dolor,
no adhieras.
A quien exige clamores
de tu rebelión
y grita en nombre de una libertad
que no le cuesta nada,
opone la ciencia de un origen ínfimo
y la regla de remontarlo.
Y cuando la imprecisión
tiente tu indolencia, no eludas
el esfuerzo de hacerte entender,
buscando escapatorias entre los hábiles para hablar
de cualquier cosa y de nada,
y busca la palabra que te es precisa.
a la demanda del llanto. A su invitación
de resolver fácilmente
las razones del dolor,
no adhieras.
A quien exige clamores
de tu rebelión
y grita en nombre de una libertad
que no le cuesta nada,
opone la ciencia de un origen ínfimo
y la regla de remontarlo.
Y cuando la imprecisión
tiente tu indolencia, no eludas
el esfuerzo de hacerte entender,
buscando escapatorias entre los hábiles para hablar
de cualquier cosa y de nada,
y busca la palabra que te es precisa.
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