lunes, 10 de octubre de 2011

El loco del barrio (Santiago Pessoa)


El mundo se organiza a través de nuestros ojos
Las puertas son verticales
Los amantes están acostados
El techo está arriba y el suelo abajo

Pero basta con meterse los dedos en las cavidades
Sacando un poco los ojos de su órbita
Desviando el ángulo de entendimiento ocular
Para ver las cosas con una novedad absoluta.

Las puertas se multiplican, acostándose levemente
Juntándose arriba si los dedos se meten por abajo
Juntándose abajo si los dedos se meten por arriba

Los amantes se multiplican, inclinándose un poco
Tirando de cabeza si los dedos se meten por abajo
Tirando de pie si los dedos se meten por arriba

Del techo ya ni sé dónde está
No sé si camino por el suelo
Ahora ya no me saco los dedos de los ojos
Y todos parecen mirar a otra parte cuando paso junto a ellos

Esto me ha traído serios problemas de practicidad
Serios problemas, serios problemas
Y si la situación parece de absoluta comicidad
Para mí es una tragedia, dos quizás

Ya me atravesé los ojos y llegué al cerebro
Los ojos saltaron y no logro hacer que se queden quietos
Y el cerebro ni se hable de su estado

Al parecer oprimí justo la parte de la risa con el dedo derecho
Y oprimí la parte del habla con el dedo izquierdo
Y río donde debo llorar, y hablo donde debo callar

Ahora no soy más que un loco de barrio
Que camina con los dedos en los ojos
Que grita cuando quiere callar, que calla cuando quiere gritar

Las verdades atadas (Santiago Pessoa)


Del futuro nos llegan
las verdades atadas
gritando voces de auxilio
gritando agónicamente un dolor

Del futuro nos llegan
Con un traje negro
Vestidas de luto
Y con un leve aliento a alcohol

Vienen buscando a los hombres
Que nunca supieron hablar
Y que cuando pequeños
No aprendieron más que a sumar

Vienen con un cesto en la mano,
Gigante, más grande que el sol
Un cesto vacío y sin aire.
Tan solo esperan un corazón

¿Y cuál será el hombre que le llene?
Si no el de garrote,
el de libro y canción
Si no el de milagros,
el de la siembra sin Dios

Del futuro nos llegan
Las verdades atadas
Urgidas de un hombre
Que sepa del amor

Quizá el que las defienda
Sea un hombre sin casa
Sin dios ni perdón.

viernes, 7 de octubre de 2011

Nietzsche


Mirémonos de frente. Somos hiperbóreos, y sabemos bastante bien cuán aparte vivimos. "Ni por tierra ni por mar encontrarás el camino que conduce a los hiperbóreos," Píndaro ya sabía esto de nosotros. Más allá del septentrión, de los hielos, de la muerte, se encuentra nuestra vida, nuestra felicidad... Nosotros hemos descubierto la felicidad, conocemos el camino, hallamos la salida de muchos milenios de laberinto. ¿Quien más la encontró? ¿Acaso el hombre moderno? "Yo no se ni salir ni entrar; yo soy todo lo que no sabe ni salir ni entrar", así suspira el hombre moderno... Estábamos aquejados de esta modernidad, de una paz pútrida, de un compromiso perezoso, de toda la virtuosidad impura del sí y del no modernos. Semejante tolerancia y amplitud de corazón, que lo perdona todo porque lo comprende todo, es para nosotros viento de siroco. Vale más vivir entre los hielos que entre las virtudes modernas y otros vientos meridionales... Fuimos bastante valerosos; no tuvimos clemencia ni para nosotros ni para los demás; pero por largo tiempo no sabíamos dónde nos conduciría nuestro valor. Nos volvimos sombríos, nos llamaron fatalistas. Nuestro fatum era la plenitud, la tensión, la hipertrofia de las fuerzas. Teníamos sed de rayos y de hechos; estábamos muy lejos de la felicidad de los débiles, de la abnegación, En nuestra atmósfera soplaba un huracán; nuestra naturaleza se oscurecía porque no hallábamos ninguna vía. Esta es la fórmula de nuestra felicidad: un si, un no, una línea recta, una meta.

domingo, 2 de octubre de 2011

Poemas: José María Fonollosa: Ciudad del Hombre, NY



"Y aquí, entre tanta gente, en la ciudad 
siente uno que no importa nada a nadie."
HELLO, NEW YORK
No hay nada bueno en ti. Por eso te amo.
 

WATER STREET
El mundo nos resulta ajeno, inhóspito.
Debiera ser destruido por completo.
Construir un mundo nuevo sin sus ruinas.

Y estrenar una vida diferente.
Pero al pasar el tiempo el nuevo mundo
tampoco hallarán propio nuevos hombres..
También ellos querrán un mundo nuevo.

Mejor fuera destruirlo y no hacer otro.
 

WHITEHALL STREET
Yo le tenía miedo. No sabía
que un delgado cuchillo entra en la carne
sin despertar la piel. Como entra el frío.
Como una piedra agujerea el agua.

Pensaba que su grito subiría,
como una lagartija, por mi brazo,
haciendo que soltara mi cuchillo.
¿Qué debe uno decir en estos casos?

Pensaba que en sus ojos hallaría
la sonrisa cansada de la noche.
Aquella que yo solo causaba. Antes.
Pero no hubo mirada ni hubo grito.

Un delgado cuchillo entra en la carne
sin despertar la piel. Como entra el frío.
Y sabe hallar la vida allí escondida
con rápido sigilo. Sin esfuerzo.

No hubo mirada, no. Tampoco grito.
Fue muy fácil. Tan fácil que aún me asombro.
No llego a comprender por qué hay quien teme
matar, cuando resulta algo tan fácil.
 

BEAVER STREET
Para lucirla por la calle, hermosa.
Y para convivir, la razonable
belleza que Lucrecio aconsejaba.
Pero para la cama más bien fea.

La hermosa y casi hermosa se te tienden
en el lecho y esperan muy seguras
el rápido homenaje que merecen.
Mas son algo pasivas. Y con límites.

La chica más bien fea, sin embargo,
agradece el haber sido elegida
entre otras de más bellas. Participa
con mayor entusiasmo en el amor.

La oscuridad ambiente la sitúa
en plano de igualdad ante la estética.
Y un ciego guía a un ciego, mas los dos
-los cuerpos- hallan juntos sus caminos.

Y deja hacer y accede de buen grado
a cuanto la requiera aquel momento.
Para pasarlo bien en una cama
escoged una chica más bien fea.
 

WILLIAM STREET
Las mujeres que quiero van con otros.
Cuando pasan prendidas de otros brazos
miro a la que se apoya en mí y compruebo
que yo me he equivocado de mujer.
La gracia enrojecida de una risa,

el rumor tembloroso de un silencio,
la mirada furtiva que nos dice
que está la dicha allí, en aquellos ojos...
Esas cosas descubro sólo en otras.

Yo sé que lo que anhelo no anda lejos:
veo como ellas pasan de otros brazos.
Y trato de encontrarlo, incluso en ellas.
Mas siempre me equivoco de mujer.

Las mujeres que quiero van con otros.
 

WORTH STREET
Un hombre muerto es nada. Sólo un bulto
pequeño, ahí tirado sobre el suelo.

Su incómoda postura en la calzada,
molesta de aquel peso tan inmóvil,
más bien causa aversión que no respeto.

No hay grandeza en la muerte de esos hombres
que mueren, o los matan, en la calle.
 

PARK STREET
Ama a quien quieras con el corazón,
pero ámame, a mí solo, con tu cuerpo.

Nadie ama solamente un corazón:
un corazón no sirve sin un cuerpo.
 

DOYERS STREET
No vendrá. De verdad. No vendrá nunca.
Mi cuarto es muy modesto para el éxito.
Ni hallaría la casa tan siquiera.

Mi cuarto es muy austero para amigos.
Nadie viene a reunirse entre estos muros.

Mi cuarto es también frío y muy pequeño.
¿Cómo cobijar, pues, un gran amor?

No es lógico esperar. No vendrá nunca
un éxito, un amigo, un gran amor.

Debiera de una vez cerrar la puerta.
 

CHATHAM SQUARE
He estado en muchos sitios. Todos ellos
guardaban algo malo para mí,
como guarda la nube su relámpago.

Pasé por las ciudades. Por los pueblos.
Por casas que crecían junto al trigo.
Ninguna voz sin daño me detuvo.

Así me acostumbré a caminar solo
y odiar a los que encuentro en torno mío.
El whisky únicamente ahora es mi amigo.
 

ELDRIDGE STREET
Todos tienen derecho a usarla. Todos.
La lluvia no mojó sólo una calle
ni el sol nunca salió para uno solo.

La mujer es para eso, paraíso,
para uso de los hombres. Campo abierto.
Es fácil de entender. Es bien común.

Es la hembra de la especie. La de todos.
Y ha de entregarse a aquel que la apetezca.
Por eso va cambiando de un hombre a otro.

Esa es su utilidad como mujer.
Por tanto, aunque te tome por la fuerza,
es mi derecho usar lo que es de todos.
 

BOWERY STREET
Mi placer te creó. Cuando naciste
te destiné ya un hombre. El apropiado
para que él y tú fuerais muy felices.

Modelé tu figura como un barro
precioso, tiernamente, con esmero.
Y forjé tus costumbres con cuidado
artesanal, aislándote del medio.

Vigilé cada día tu sonrisa.
Te enseñé a sonreírme dulcemente.
Y aprendiste muy bien. Te felicito.
Nos hemos merecido ambos el premio.

El premio es este goce tuyo y mío.
El placer que me das, yo lo sentía
cuando estaba, en tu madre, elaborándote.
 

ELISABETH STREET
Hoy me ha dicho mi madre: «Ya he tenido
en mis brazos los hijos de mis hijas.
Quizás un día alcance a ver los tuyos».

Yo no la he contestado. No acostumbro
a hacerlo. Rara vez. Sigo comiendo
mientras leo un periódico cualquiera.

Pero ella no se queja. No se queja
de mi duro silencio. Envejecida
queda ante mí, distante, humildemente.

Y ella debe haber sido, de mi vida,
el centro importantísimo en mi infancia.
Ahora es un casi olvido de la muerte.
Cual si estuviera muerta su presencia.

Yo no le digo nada. Me molesta
que esté pendiente siempre de mis actos,
con afán de ayudarme, de serme útil.

Me siente desdichado. Y piensa, acaso,
darme una solución. Dice, por eso:
«Quizás un día alcance a ver tus hijos».

Sin haber terminado de cenar
he salido de casa. Tengo que huir
de mi entorno, de mí. Ser yo, distinto.

No es fácil escapar de lo que es uno.
A veces se consigue, por un tiempo,
con un libro. O el cine. O la bebida.
Miro la cartelera de espectáculos.
 

KENNAMORE STREET
Yo quiero que tú sufras lo que sufro:
aprenderé a rezar para lograrlo.

Yo quiero que te sientas tan inútil
como un vaso sin whisky entre las manos;
que sientas en el pecho el corazón
como si fuera el de otro y te doliese.

Yo quiero que te asomes a cada hora
como un preso aferrado a su ventana
y que sean las piedras de la calle
el único paisaje de tus ojos.

Yo deseo tu muerte donde estés.
Aprenderé a rezar para lograrlo.
 

MULBERRY STREET
Dicen que arrodillarse es humillante.
Que es esta posición la del vencido,
del sumiso, del vil, del que renuncia
a la última esperanza de salvarse.

Que estar arrodillado en una calle,
en un templo o salón, afrenta incluso
a aquel que lo contempla y no lo impide.

Como afrenta una bomba que no estalla
a quien confiaba actuara su explosivo.

Sí. Es innoble actitud arrodillarse
delante de otro ser, cuando el sujeto
es pasivo. Mas no si éste es activo.

Porque hay una excepción en que es victoria,
gozo y satisfacción esta postura:
cuando el sexo la exige ansiosamente.

Entonces es divino arrodillarse.
 

SPRING STREET
No me vengan con cuentos. Que la vida
es algo espiritual y, por lo tanto,
superiores los bienes del espíritu.

Que el ser útil, cuidar a los enfermos,
el teatro, la pintura, libros, música,
los deportes, el cine, el gran dinero...
al ánimo lo colman las delicias.

No me expliquen historias infantiles.
El deleite supremo es el orgasmo.
Lo demás son tan sólo leves signos,
pobres insinuaciones del placer
que uno obtiene acostándose con chicas

y eyaculando en ellas como un dios.
Para otros esos gustos secundarios.
Para mí el goce intenso: la mujer.
 

CLEVELAND PLACE
Sé que por fin has vuelto a la ciudad
en un suntuoso coche de gran lujo..
La gente pensó en mí. Yo la maldigo.

El coche se detuvo ante tu casa,
pero tú no bajaste, no. Vino alguien
a buscarme, mas yo no quise verte.

El coche iba despacio por la calle
dejando tu recuerdo en cada puerta.
Tu cuerpo lo dejó en el cementerio.

Tu madre me miró. Yo la maldije.
Has vuelto a la ciudad porque estás muerta.
Pero yo iré a escupir sobre tu nombre.
 

LAFAYETTE STREET
Esta es la mujer mía. Pueden verla,
no tengan pena, de perfil, de frente.
Pueden acariciarla con los ojos.
Está desnuda bajo su vestido.

Es hermosa, ¿verdad? Todos lo dicen.
Ella también lo sabe. Es muy hermosa.
Mírenla de perfil, de frente. Desde
la uña del pie al cabello es muy hermosa.

Hasta los automóviles más caros
frenan para admirarla cuando pasa.

Vean a las demás. Se han vuelto feas
cuando ha entrado en el bar ella conmigo.
Y nada le pregunta a la cerveza
para hacer maravillas en la cama.

Esta es la mujer mía. No, no hay otra
tan completa cual ella. Es una lástima
que no encuentren ustedes otra igual.
Pueden acariciarla con los ojos.
 

MERCER STREET
Yo sé que a ti te gusta aunque lo niegues.
Lo sabemos los dos. Tú te complaces
sumisa obedeciendo mi deseo.
Aparentas desgana, mas te agrada.

Quiere ser dominada la mujer.
Le gusta ser forzada. Opone siempre,
aun débil, resistencia a ser amada.
Le place ser tomada por la fuerza.

Como agrada al asfalto en la autopista
que lo recorran coches de potencia.

Uno puede escoger cualquier muchacha.
Disputarla, quitársela incluso a otro.
Ella sigue contenta al que la gane,
aunque lo disimule adusta y seria.

No le importa quien venza. Pertenece,
lo sabe, al que es más fuerte. Es al que admira.
Siempre niega al principio. Luego accede.
Y dócil se acostumbra a cualquier hombre.
 

WOOSTER STREET
No reparaste en mí, sino en los otros
cuando nos conocimos. Me miraste
fríamente, indiferente y enseguida
conversaste animada con los otros.

Las casas no conocen la piqueta
que roerá sus cimientos algún día.
Ni conoce la lluvia el sitio exacto
en que caerá, agarrada a su alta nube.

Te adulé largamente y fui paciente.
Fui ingenioso contigo. Fui agradable.
Soporté tus caprichos y desprecios
sin dejar de halagarte tenazmente.

Y un día descubriste que tu nombre
sabía dulcemente si mi boca
lo ponía en tus labios. Aquel día
dejaste de ocuparte de los otros.

Yo no reparo en ti, sino en las otras
desde que tú me quieres. Y te miro
fríamente, indiferente y enseguida
animado converso con las otras.
 

PRINCE STREET
Debiera liberarse la mujer
de la opresión en que la tiene el hombre.

Bien es verdad que algunas son verdugos
que sin piedad castigan a sus machos.
Mas, por lo general, es la oprimida.
No cuenta como igual individualmente.
Se la ha apartado a un lado y asignado
las funciones higiénicas más bajas:
es cubo de basura de los hombres.

Resulta incomprensible su obediencia
a unas normas injustas desde siglos.
Parece resignada o adaptada,
incluso unas contentas, a estar presa
de algún dictadorzuelo cruel e imbécil
que la veja y le exige una sonrisa.

Sus razones, supongo, habrá tenido.
O, acaso, ha sido un simple experimento
ese dejar hacer. Mas comprobado
de manera exhaustiva que los hombres
no logran resolver la convivencia,
debiera liberarse la mujer.
Y asumir, ella, el mando de la especie.
Nosotros ya tuvimos nuestro tiempo
y hay que reconocer que fracasamos.
 

WEST BROADWAY
Puede hacerlo cualquiera. Comprobado.
Si en ti hay la aberración, rara e inútil,
de querer ser un nombre que trascienda,
no estudies ni te esfuerces. Simplemente
aprende a manejar una pistola.

Y piensa en esas rémoras que viajan,
sin billete, montadas en ballenas.
Tómate un whisky doble en un pub caro
y examina la lista de importantes.

Elige el personaje destacado
con el que desearías asociarte
y compartir su gloria en el recuerdo.
Y usa acertadamente esa pistola.

El sistema funciona desde Eróstrato.
 

WEST HOUSTON STREET
No sé qué es lo que ocurre. Los mayores
como a un igual me tratan y los jóvenes
me miran desconfiados, como si algo
les hiciera de golpe distanciarse.

Me siento como el viento al penetrar
en alguna mansión desconocida.
Me observo en el espejo y veo un rostro
idéntico al que he hallado tantos años.

No creo haber variado de maneras
que, mejores o peores, son las mismas.
No me explico este cambio repentino.
No entiendo a los demás. Pero algo pasa.
 

AVENUE OF THE AMERICAS
Podemos elegir entre estar juntos
y hacernos mutuamente desgraciados.

O separarnos ahora y ser también
cada uno por su lado desgraciados.
 

BEDFORD STREET
Ella me dio el cuchillo y dijo: «Clávalo
en el segundo espacio intercostal».

«¿Cuál es?», le pregunté. Se abrió la blusa
y señaló, risueña, un punto: «Aquí».

Algo debía de haber en aquel viaje
que lo hizo diferente. Más intenso.

Se veían más cosas. Ascendíamos
a inéditos sonidos y colores.

No había confusión. Hasta el detalle
más ínfimo nos era comprensible.

Sugerí: «¿Por qué no con barbitúricos?»
«Es lento», me objetó. «Ya lo he probado.

Y el lavado de estómago es horrible.
Como un trauma mental, pero en lo físico»

Sustituí su dedo por el mío
y apoyé allí el cuchillo suavemente.

Y lo empujé de súbito. No fuera
que cambiara de idea si iba lento.
 

SULLIVAN STREET
Tener hijos es cosa de mediocres,
ineptos sensualmente, analfabetos
sexuales o de gente irresponsable.

O es un pobre y mezquino agarradero
para dejar constancia de su paso
por el tiempo de la vida. A través de otros.
La adopción de este medio deshonesto
delata su estulticia y su ignorancia.

Pues un vidrio no puede ser el sol
por sólo reflejarlo algún momento.

El hijo de verdad que dignifica
nuestro paso en la vida por el tiempo,
es la obra personal, la de cada uno,
sin vientre, ni pulmones, ni miradas
de odio a quien le ha traído a la existencia.

Es la obra de la mente que se yergue
desafiando políticas y edades.
Y uno perdura en ella por los siglos.
 

WAVERLY PLACE
Hacemos el amor de una manera
imperfecta, mezquina y temerosa.

Nunca profundizamos. Nos quedamos
en la simple epidermis del instinto.
Y el placer obtenido se nos mezcla
con una sensación de desagrado.

Porque ponemos bridas al amor.
Levantamos barreras y frenamos
al llegar al umbral del punto límite.
Nunca lo trasponemos por cobardes.

Nos asusta ese paso hacia adelante.
Y miramos, cansados, al amor
entero, irrealizado, sobre el lecho.

Descontentos por no alcanzar la meta.
Como incendiar un bosque y que una lluvia
imprevista lo apague al poco rato.

Hacemos el amor como si fuera
un rito y por lo tanto usamos símbolos.
Sabemos el sentido de los gestos
y acciones que efectuamos al amarnos.

Morder y devorar, hender, herir...
Y gritos o gemidos alumbrándose.
Su significación es evidente.
Pero nos causa miedo. Y nos frustramos.

Habría que pasar de la parodia
al hecho y realizarnos plenamente.
 

WEST 10TH STREET
La esperé mucho tiempo. No sé cuánto.
No conté el sol, ni el viento, ni la nieve.
No contaba los días. Eran largos.

Supe que volvería. Y la esperé
para echarla de casa como a un perro.

Ahora la olvida todo. Yo, no puedo.
 

GREENWICH AVENUE
Estoy muy satisfecho de mí mismo.
Yo era un ser seco, huraño y solitario
que envidiaba a los otros su alegría.

Pero rectifiqué. Me costó mucho
adquirir compañía y cara alegre.
Y así he gustado aquellos dulces bienes
que envidiaba a los otros: amistad,
mujer, hijos y el éxito en los negocios.

Uno llega a obtener lo que desea
si de veras se esfuerza en conseguirlo.
La insistencia es la clave del acierto.

La piedra que se encima persistente
sobre sus compañeras de sendero,
logrará que tropiece alguien en ella.

Estoy muy satisfecho de mí mismo
pues sé rectificar. Y comprobado
que amigos, mujer, hijos y negocios
siempre me molestaban y agobiaban,
los dejé sin aviso y sin reparos.

Y he vuelto con alivio a mi yo joven,
a mi ser seco, huraño y solitario.
Y estoy muy satisfecho de mí mismo.
 

AVENUE OF THE AMERICAS
Que con ella no iría más le dije.
(Ella anduvo a mi lado hasta mi cuarto.)

Que no la abrazaría más le dije.
(Ella puso mis brazos a su espalda.)

Que no la escucharía más le dije.
(Sus palabras vertía ella en mi boca.)

Que no haría el amor a ella le dije.
Y ahora está descansando sobre mi hombro.
 

WEST 32ND STREET
No quiso comprender que había acabado.
Se cansa hasta la rosa de ser rosa.
Se cansa la botella de su vino.

Esperaba en la calle cada noche
que saliese al balcón y la llamase.
Entonces traje a casa otra mujer.

La sacaron del río un mediodía
cuando el sol sudoroso caminaba
pegándose a la sombra de las casas.

Tumbado en la colina vi su entierro.
Y me sentí tan leve y descansado
como esa nube ociosa de la tarde.
 

GRACELY SQUARE
Es un hermoso cuerpo ese que viene
hacia mí. Se detiene. Y me sonríe.

Qué bella esa sonrisa roja y húmeda
que se abre, como un sexo a mí ofrecido,
para preguntar algo que no entiendo.

Miro sus ojos claros. Pienso, mientras,
que su maravilloso cuerpo late
junto a mí. Están sus senos cercanísimos
a mi pecho y el vello en su entrepierna.

Se apretará, oprimido por las bragas,
que adivino adorables y minúsculas.
Y como un ruiseñor sonidos dulces
gorjea su garganta a mis oídos.

Ese increíble cuerpo habla conmigo.
Le respondo: «No sé». Se aparta el cuerpo
y veo que se alejan las caderas.

más perfectas de todo el universo.
He aprender inglés. Ahorita mismo.
 

WEST 33RD STREET
La pareja perfecta es uno solo
haciéndose el amor. Ninguna chica
conoce el cuerpo mío cual yo mismo
y, por tanto, es más sabia mi destreza.

Qué suave recorrido placentero
por las zonas sensibles de mi físico.
Qué mano que no es mía ni es ajena
sino que es tacto, roce, soplo angélico.

Qué en su justo momento el adentrarme
en la medida exacta de mis límites.
Anchura o estrechez, cuanto me plazca,
consigo en el instante apetecido.

Qué variación inmensa obtengo estando
conmigo mismo, amando incluso a aquellas
que niéganme el contacto. A todas cuantas
me venga en gana entonces disfrutarlas.

La pareja perfecta es uno a solas
haciéndose el amor. En ambos sexos.
Resulta incomprensible esa obsesión
que nos lleva al amor en compañía.
 

FIFTH AVENUE
Ese sentirse solo a la salida
del trabajo, del cine, al ir a casa...

Saber que nadie espera que uno llegue
para alegrarse al verle o rechazarle,
hace enemiga calle la desierta
e inhóspita la calle más poblada.

Los amigos... Me cuentan sus problemas
y se marchan aprisa. Y uno queda,
de nuevo, otra vez, solo y debe, siempre,
replegarse en su yo y su aburrimiento.

Qué vacío descubre uno en sí mismo
cuando uno mismo busca su yo interno.
Qué ser desagradable se contempla
cuando su propio ser uno examina.

Y aquí, entre tanta gente, en la ciudad,
siente uno que no importa nada a nadie.
 

HERALD SQUARE
El mundo lo gobierna la mujer
con un radar inútil y vibraciones
y mandos a distancia algunas veces.

Como controla el sol a los planetas
para que no se escapen de sus órbitas.
Con un mínimo esfuerzo por su parte.

Le basta permitir que un corto rato
ocupe su incisión un pedacito
de carne apasionada de los hombres.
 

WEST 35TH STREET
¿Por qué sigo empeñado en encontrar
la mujer que imagina uno en su mente?
Y, además, ¿es que existe esa mujer?

Muchos ya descubrieron al principio
que esa mujer no existe. Al darse cuenta
buscaron al azar una cercana.

Renunciaron al sueño y se adaptaron
a una pequeña dicha y su tristeza.
La vida no da más, seguramente.
 

FIFTH AVENUE
Me niego a hacer sonetos. Su estructura
-dos anchos ataúdes de cuartetos
y otros dos más delgados de tercetos-
los muestra adustos, serios de figura.

O semejan barrotes de una dura
prisión de endecasílabos sujetos
por rimas consonantes; obsoletos
modelos del rigor. ¿Poesía pura?

Mayormente son versos preparados
a medida del molde y presentados
con un burdo remedo de la música.

Abjuro de sonetos donde sobra
o falta espacio para expresar la obra
en su justa extensión, la exacta, la única.
 

WEST 42ND STREET
Las mujeres, comida, porros, coches
y honores se consiguen con dinero.
El dinero es, por tanto, lo importante.
Lo que hay que conseguir de inmediato. Ahora.

No voy a ser como esos que recogen
pedacitos de dicha poco a poco
y al cabo de los años han reunido
un mísero caudal. Yo lo quiero ahora.

De una vez. Mi ración entera, aprisa,
para ya consumirla y disfrutarla.
Mariscos, coches rápidos, botellas
de whisky y bellas chicas para mí. Ahora.

El porvenir -mañana- es la esperanza
del fracasado de hoy. Yo triunfaré ahora.
No me preguntéis cómo. No me importa
el cómo sino el cuándo. Y cuándo es ahora.
 

TIMES SQUARE I
Me encanta transcurrir por las calles
pobladas de muchachas que, a mi paso,
«Rubio», «Cielo», «Tesoro», «Ven aquí»,
susurran. Es magnífico el paisaje.

Ni me hablen de los valles ecológicos.
Es como disponer de un gran serrallo
y elegir la que uno halla apetecible
para un rato. Y después escoger otras
si uno quiere y si tiene nuevas ganas.

Y todo por un precio razonable.
Qué acierto es ese oficio inestimable
de la prostitución. Todas las partes
involucradas sienten, satisfechas,
que han dado menos de lo recibido.

Debiera promoverse más su práctica.
 

TIMES SQUARE II
Contemplo como salen del local
parejas enlazadas de las manos.
Cuánta mujer hermosa en todas partes.
El vestíbulo exhibe con orgullo
su muestrario de chicas estupendas.

Un amigo a mi lado me saluda.
Me comenta: «Qué film más aburrido.
Las historias de amor son soporíferas».
Yo asiento. Y admirados vigilamos
a una mujer preciosa. Acompañada.

Observo cómo mira ávidamente
las muchachas que surgen de la sala
como los coches surgen de un garaje
ostentando sus líneas sugestivas.
Como las miro yo seguramente.

También él siente el tedio. Ambos quisiéramos
un amor, un hogar de esos que vemos
en el cine y decimos nos aburren.
No igual a aquel que tienen los amigos
que en su gran mayoría se han casado.

Ante una moto grande y esplendente,
como un bello caballo de fuel puro,
nos paramos: «¿Te dejo en algún sitio?»,
precavido pregunta.  Yo no acepto.
Buscaré a alguna chica por el Village.
 

TIMES SQUARE III
Pobre muchacha hermosa que deprisa
hacia mí vienes al cruzar la calle
y pasas por mi lado, sin saber
que yo soy la razón de tu existencia.

Ni siquiera me ves. Y te sonrío.
Admiro tu cabello, culo y piernas.
Estás buena. Te haría muy dichosa.
Pero tú te lo pierdes con tu prisa.
Pobre muchacha hermosa apresurada.
 

TIMES SQUARE IV
No me reconocéis. Y sin embargo
soy uno de vosotros. Ese mismo.
 

BROADWAY
El amor es un juego apasionante
y el mejor sustituto del amor.
De aquel amor inmenso, el amor único,
que uno halla varias veces por el tiempo.

El recíproco amor es lo más bello.
Lo sabemos los dos. Pero es muy grande
el vacío que se abre entre el amor
que se ha ido y el amor que aún no ha llegado.

¿Por qué llenarlo, pues, con la tristeza
si es posible colmarlo de sonrisas?

Si se ha ocultado el sol pueden los faros
del coche iluminar la carretera.
Mientras llega otro amor buscando el nuestro
juguemos, sólo juego, a enamorarnos.

Juguemos a querernos, sin querernos,
hasta el día en que alguno de los dos
vuelva a sentir amor por cualquier otro.
El amor es hermoso aun como juego.
 

ROCKEFELLER PLAZA
Me gusta contemplar las jovencitas.
De las generaciones del amor
son la última remesa que nos llega.

Me complace observar su audacia tímida.
Son nuevas promociones impacientes
para llegar a tiempo hasta mi tiempo.

Tal vez alguna alegre muchachita
de esas cuatro que buscan la parada
del autobús y ríen naderías

suspire entrecortada entre mis brazos
dentro de pocos años, ya hecha, entonces,
hermosa juventud su adolescencia.

Casi siento en mis brazos su latido.
Lo bueno de ser hombre es que el amor
-la mujer-, si uno quiere, siempre es joven.
 

FIFTH AVENUE
Me he puesto una sonrisa. Todo es bello.
 

AVENUE OF THE AMERICAS
No estoy bien preparado todavía.
Eduación, familia y religión
son unos callejones sin salida.
Cuesta un enorme esfuerzo escapar de ellos
para llegar al campo libre y fértil.

Más que el entrenamiento ha resultado
duro cambiar la piel a esa palabra
que justifica el acto, lo hace heroico
y hasta lo dignifica: Ejecución.
Tenía mal aspecto su semántica.

Pero también se vencen los vocablos.
Y hace unos cuantos días, en mi tierra,
sin mostrar emoción exteriormente,
he sido ejecutor de una sentencia.
La piedra en la cual he intervenido.

La insoportable espera, el riesgo, el álgido
momento en que aparece aquel que debe
de inmediato morir y no lo sabe,
no me causó ningún remordimiento.
Antes bien, al contrario, me ha gustado.

Que no estoy preparado eso demuestra.
Aún hay en mí reflejos de un pasado
en el que transgredir leyes y normas
resultaba excitante sexualmente.
He de reconocer que he eyaculado.
 

CENTRAL PARK SOUTH
Todo es acostumbrarse. El primer perro
que uno acalla colgándolo de un árbol
o enterrándolo vivo en algún hoyo,
tal vez a alguien le cause una aprensión
o le produzco un cierto escalofrío.

Mas si sigue le llega a tomar gusto
y amplía la experiencia a otras especies.
Igual que el cazador que se ha habituado
a vigilar las presas. Y a parar
el veloz movimiento de la vida.
Todo es acostumbrarse simplemente.

Matar los animales no es un trauma
para quien lo practica con frecuencia.
Es el puro reflejo placentero
de liquidar urgencias sin reparos.
Y con seres humanos le es lo mismo.
 

EAST 59TH STREET
Un día la mujer se dará cuenta
de que el hombre es adorno o mano de obra
o un primario depósito de esperma.
Que es ella la esencial para la especie.

No sonriamos con sorna y picardía
por sobrevalorarnos. Es clitórica.

La deificación fálica es en ella
hipocresía. Es mito varonil.
Y el varón que lo impone es quien lo adora.

Un día la mujer leerá la historia
y sabrá quién es ella y quién el hombre.

Relegará al varón a mano de obra
y a su afición al sexo de los príapos.
Y encuerará su real supremacía.
La que hasta ahora ha ejercido ocultamente.
 

MADISON AVENUE
Hay que huir de la gente. Los amigos
tienen palabras, gestos y miradas
con una piedra dentro que hace daño.

Hay que huir de la gente. La familia
es la mano que aguanta la cabeza
para que permanezca bajo el agua.

Y el amor es tan sólo una palabra
que una mujer nos pone entre los brazos.
Al irse la mujer duele su nombre.

Estar aislado es grato para el alma.
Estar aislado es grato para el cuerpo.
Morir es sólo aislarse un poco más.
 

EAST 54TH STREET
No me salvéis. Intento así perderme.
 

EAST 52ND STREET
Para hablar no te quiero. Tengo amigos
para tratar de cosas que me inquietan
y ahondar en las ideas que me importan.

Y no nos condiciona nunca el sexo.
Nos lo pasamos bien. Y «Adiós». Y «Hasta otra».
Contigo es diferente. Lo que cuentas
no me interesa nada en absoluto.

Y he de escuchar, no obstante, atentamente
y ocultar mi fastidio a tus palabras.
Porque sino te niegas a mi amor.

Y cuando a mí se ciñe tu figura
grácil y delicada voy perdido.

Pues al sentir tu cuerpo a mí abrazado
nada tiene interés que tú no seas.
Y yo ya no soy mío, sino tuyo.

Y así debo evitar en nuestra charla
lo trascendente; reír tus tontas gracias,
acusarme de estar equivocado...
Entonces sí que accedes a mi amor.

De no mediar el sexo y ser tan bella
te hallara aborrecible y despreciable.
O serías perfecta si no hablaras.
 

PARK AVENUE
Me siento a gusto aquí, en esta ciudad.
Estoy en plena selva. Un duro bosque
de cemento con cuevas de ladrillos
donde seres mezquinos y cobardes
se esconden con sus bienes más apreciados.

Mas yo con poco tengo suficiente.
Y lo consigo pronto. Sobre todo
en los días de frío en que con prisas
los viandantes se centran en su abrigo.
Van más desprevenidos por la noche.

Y son presa más fácil para mi hambre
de diversión, mujeres... De dinero.
Basta solicitarlo y te lo entregan.
Como su fruto suelta generoso
el árbol a la mano que a él se tiende.

No es difícil ganarse el jornal diario
por la calle si es uno consecuente.
Si un transeúnte se niega o lleva encima
menos de lo que estimo indispensable
le clavo la navaja en el estómago.
 

EAST 51ST STREET
Me miró cuando dije: «Sí, yo quiero»,
y al volver de la iglesia entró en mi cama.

Toda la ropa que ella poseía
la puso con la mía en el armario.
Todo lo nuestro estaba siempre junto.

Dos meses nos sentamos a la mesa.
Dos meses compartimos la almohada.
Fue como vacaciones en el cielo.

Mas sólo usa mi nombre lo que es mío:
mi mujer, mi camisa, mi chaqueta...
Aquello que he adquirido con mi esfuerzo.

Lo supe a los dos meses. La maté.
y nunca ha habido flores en su tumba.
 

FIFTH AVENUE
Cuando de algo me alejo más me acerco
a ti, a quien aún no he hallado en mi camino.
 

EAST 47TH STREET
Nunca acaba esta noche. Nunca acaba.
Ya pasa poca gente por la calle.

Todos duermen, malditos, y descansan.
Las ventanas, los párpados cerrados,
reposan a su vez en las paredes.

Sólo yo voy sin rumbo por la calle
seguido por el ruido de mis pasos.

Todo parece estar en paz, tranquilo,
con la preocupación diaria arrojada
a un rincón, como ropa que se ha usado.

Y no acaba esta noche. Debería
llegar en este instante el fin del mundo.
 

EAST 42ND STREET
Pienso dejarte un día. Quiero ver
los campos de maíz cuando anochece,
sentado allí en el porche de mi casa.

Quiero ver nuevamente el rostro duro
de mi madre, mirando secas nubes.
Olvídate aquel día de que existo.

Pienso dejar un día a las mujeres.
Cuando la lluvia lave mi tristeza
y no lleven mi nombre mis facciones.

Una mujer comienza en las rodillas
y termina en la boca. Me bastaba.
Bastó para arrancarme del maizal.

Pienso dejar un día a las mujeres
y ser un forastero allí en mi hogar,
viendo el maizal dormido junto al rancho.
 

LEXINGTON AVENUE
Si no puedes destruir a los demás
destrúyete a ti mismo. No, no dejes
que otros lo hagan por ti. Tiene la vida
una meta tan sólo que es la muerte.

Alcánzala primero que los otros.
Morir es fácil. La naturaleza
ha puesto mil razones en tu mente
que invitan a la muerte a cada instante.

Busca dentro de ti y las hallarás.
Es la naturaleza sabia y buena.
Quiere que te realices totalmente.
Que obtengas tu valor óptimo al máximo.
La plenitud del ser está en la muerte.
 

UNITED NATIONS PLAZA
Muchas veces sonrío complacido
a mi cuerpo pletórico de aciertos.
Tiene aspecto atrayente. Es un modelo
de sobria perfección físicamente.
Es un fuera de serie indiscutible.

Un prototipo para un experimento
cuyo exacto sentido se me escapa.
Irradia seducción, fuerza... Es espléndido.
A veces me deseo y me masturbo.

He de reconocer que me entusiasma.
Cuando pasen los años por mi lado
él continuará siendo un arquetipo.

Y hasta un día la muerte, enamorada
de él, lo guardará incorrupto por el tiempo.

Lo merece este cuerpo. Bello. Mío. 

Naufragio (Javier Corcobado)


No estoy en el norte,
no estoy en el sur,
no estoy en el oeste,
no estoy en el este,
pero tengo a alguien a quien amar.

El barco de oro hundiéndose
en este mar de vagas olas;
en este mar de vagas olas
se ahogarán los cigarrillos
y los tiburones tendrán canción;
bandera transparente en los puertos
y flores de acero flotando,
derivando hacia el sueño.

No estoy en el norte,
no estoy en el sur,
no estoy en el oeste,
no estoy en el este,
pero tengo a alguien
a quien besar de lejos.

Buitres y palomas amándose,
manchando de rojo el cielo quebrado;
el viento oliendo a resaca,
los relojes a la velocidad del ruido,
el llanto invita a la risa,
la risa invoca al canto,
el canto llama a la dama
de collar oscuro en el cuello.
No estoy en el norte,
no estoy en el sur,
no estoy en el oeste,
no estoy en el este,
pero tengo a alguien
a quien no olvidar.

Las playas evaporándose:
la arena es verde, la heroína es roja,
la harina es azul.
Abrazado a tu recuerdo
me voy hundiendo callando,
escupiendo en el suelo de oro
de este barco apátrida.

Abrazado a tu recuerdo
escucho tu voz de lejos.
Las sirenas cargando ya sus pistolas,
los peces mandando telegramas
a los pecados vivos de miedo;
bandera transparente en los puertos,
flores de acero flotando,
derivando hacia el sueño
y alguien a quien amar de lejos.




sábado, 17 de septiembre de 2011

Vida (Amado Nervo)

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida ¡
porque nunca me diste ni esperanza fallida
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino:
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:

CUANDO PLANTÉ ROSALES SIEMPRE COSECHÉ ROSAS.

Cierto: a mis lozanías va a seguir el invierno:
más tú no me dijiste que mayo fuese eterno ¡

Hallé sin duda, LARGAS LAS NOCHES DE MIS PENAS
MAS NO ME PROMETISTE TÚ SÓLO NOCHES BUENAS ¡
Y EN CAMBIO TUVE ALGUNAS SANTAMENTE SERENAS.
Amé. fui amado. El sol acarició mi faz.

VIDA: NADA ME DEBES ¡
VIDA: ESTAMOS EN PAZ..

Las Etapas (Paulo Coelho)


Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.
Cerrando círculos o cerrando puertas o cerrando capítulos. Como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.¿Terminó con su trabajo? ¿Se acabó la relación? ¿Ya no vive más en esa casa? ¿Debe irse de viaje? ¿La amistad se acabó?Puede pasarse mucho tiempo de su presente “revolcándose” en los porqués, en rebobinar el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinitoporque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la viday seguir adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado.Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresasinexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar.Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó.No esperen que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el resentimiento, el prender “su televisor personal” para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.La vida está para adelante, nunca para atrás.Porque si usted anda por la vida dejando “puertas abiertas” por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de “regresar” (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron todo ¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!, si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esacasa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable.Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque: cuando usted vino a este mundo “legó” sin ese adhesivo, por lo tanto es “costumbre” vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero… cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

La alegría y la tristeza (Khalil Gibran)

Entonces, dijo una mujer: "Háblanos de la Alegría y la Tristeza"Y él respondió: nuestra alegría es nuestra tristeza sin máscara. Y el mismo pozo del que mana nuestra risa, ha estado con frecuencia lleno de nuestras lágrimas.Y ¿cómo podría ser de otra manera? Cuanto más profundo ahonde el pesar en nuestro corazón, más alegría podrá contener. ¿No es la copa que guarda nuestro vino la misma copa que estuvo fundiéndose en el horno del alfarero? Y el laúd que serena nuestro espíritu ¿no es la misma madera que fue tallada con cuchillos? Cuando temblamos de alegría, miremos en lo hondo de nuestro corazón y comprobaremos entonces que sólo aquello que nos produjo dolor y tristeza tambiein nos dió alegrría .Cuando se tiembla de tristeza, debemos mirar de nuevo en nuestro corazón, y comprobaremos que estmos llorando por lo que antes fue nuestra alegría. Algunos de nosotros decimos: "La alegría es superior a la tristeza", y otros: "No, la tristeza es superior."Pero yo os digo que ambas son inseparables.Juntas llegan,y cuando una se sienta a nuestro lado en la mesa, la otra espera durmiendo en nuestra cama. En verdad, estamos suspensos, como fiel de balanza, entre nuestra alegría y nuestra tristeza ,Sólo cuando estamos vacíos nos sentimos quietos y equilibrados. Cuando el guardián del tesoro nos llame para pesar su oro y su plata, nuestra alegría o nuestra tristeza harán oscilar a un lado o a otro el fiel de la balanza.”

Estas distraído (Facundo Cabral)

No estás deprimido, estás distraído, distraído de la vida que te puebla.Distraído de la vida que te rodea: delfines, bosques, mares, montañas, ríos.No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay 5,600 millones.Además no es tan malo vivir solo. Yo la paso bien, decidiendo a cada instante lo que quiero hacer, y gracias a la soledad me conozco; algo fundamental para vivir.No caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque tiene 70 años, olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80 y Rubinstein interpretaba como nadie Chopin a los 90. Solo por citar dos casos conocidos.No estás deprimido, estás distraído, por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fue dado. No hiciste ni un solo pelo de tu cabeza por lo tanto no puedes ser dueño de nada. Además la vida no te quita cosas, te libera de cosas. Te aliviana para que vueles mas alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones.No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.No hay muerte: hay mudanza. Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Michelangelo, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas, y nos aleja por que nos hace desconfiados.Haz sólo lo que amas y serás feliz, y el que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será, y llegará naturalmente.No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor.Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible. Y sin esfuerzo porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija; la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban 3 ó 4 meses de vida.Dios te puso un ser humano a cargo, y eres tú mismo. A ti debes hacerte libre y feliz, después podrás compartir la vida verdadera con los demás.Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios; y decide ahora mismo ser feliz porque la felicidad es una adquisición.Además la felicidad no es un derecho sino un deber, porque si no eres feliz, estás amargando a todo el barrio.Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perugia, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileiros, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman, Mahler, Mozart, Chopin, Bethoven, Caravaggio, Rembrant, Velásquez, Picasso y Tamayo entre tantas maravillas.Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas; si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto: tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas... y si le ganas, serás más humilde, más agradecido, por lo tanto fácilmente feliz. Libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad, y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente como debe ser.No estás deprimido, estás desocupado. Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos, y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas. Además el servicio es una felicidad segura, como gozar a la naturaleza y cuidarla para el que vendrá. Da sin medida y te darán sin medidas.Ama hasta convertirte en lo amado, más aún hasta convertirte en el mismísimo amor.Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas, el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que le destruya hay millones de caricias, que alimentan a la vida.ANIMO!!!!¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?Que uno tiene que buscarlo y dárselo. Que nadie establece normas, salvo la vida.Que la vida sin ciertas normas pierde formas. Que la forma no se pierde con abrirnos.Que abrirnos no es amar indiscriminadamente. Que no está prohibido amar.Que también se puede odiar. Que el odio y el amor son afectos.Que la agresión porque sí, hiere mucho. Que las heridas se cierran.Que las puertas no deben cerrarse. Que la mayor puerta es el afecto.Que los afectos, nos definen. Que definirse no es remar contra la corriente.Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja. Que buscar un equilibrio no implica ser tibio. Que negar palabras, es abrir distancias.Que encontrarse es muy hermoso. Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida.Que la vida parte del sexo. Que el por qué de los niños, tiene su por qué.Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad.Que querer saber todo de todos, es curiosidad mal sana.Que nunca está demás agradecer. Que autodeterminación no es hacer las cosas solo.Que nadie quiere estar solo. Que para no estar solo hay que dar.Que para dar, debemos recibir antes. Que para que nos den también hay que saber pedir.Que saber pedir no es regalarse. Que regalarse en definitiva es no quererse.Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos. Que para que alguien sea, hay que ayudarlo.Que ayudar es poder alentar y apoyar. Que adular no es apoyar.Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara.Que las cosas cara a cara son honestas. Que nadie es honesto porque no robe.Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo.Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte.Que se puede estar muerto en vida. Que se siente con el cuerpo y la mente.Que con los oídos se escucha. Que cuesta ser sensible y no herirse.Que herirse no es desangrarse. Que para no ser heridos levantamos muros.Que sería mejor construir puentes. Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve.Que volver no implica retroceder. Que retroceder también puede ser avanzar.Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol

Instantes (Jorge Luis Borges)

Si pudiera vivir nuevamente mi vida.En la próxima trataría de cometer más errores.No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.Sería menos higiénico.Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios.Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos.Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;no te pierdas el ahora.Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro,una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano. Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño. Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceresy jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante. Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.

No me llores si me amas (San Agustin)

No me llores si me amas,¡ Si conocieras el don de Dios y lo bello que es el cielo! ¡Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos! ¡Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos; los horizontes, los campos y los nuevos senderos que atravieso! ¡Si por un instante pudieras contemplar como yo, la belleza ante la cual las bellezas palidecen! ¡Cómo!...¿Tu me has visto, me has amado en el país de las sombras y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades? Créeme. ¡Cuando la muerte venga a romper las ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban, cuando llegue el día que Dios ha fijado y conoce, y tu alma venga a este cielo en que te ha precedido la mía, ese día volverás a verme, sentirás que te sigo amando, que te amé, y encontrarás mi corazón con todas sus ternuras purificadas. Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis, feliz! ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo, que te llevaré de la mano por senderos nuevos de Luz...y de vida. Enjuga tu llanto y no llores si me amas. 

Los Hijos infinitos (Andrés Eloy Blanco)

Cuando se tiene un hijo,
se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera,
se tiene al que cabalga en el cuadril de la mendiga
y al del coche que empuja la institutriz inglesa
y al niño gringo que carga la criolla
y al niño blanco que carga la negra
y al niño indio que carga la india
y al niño negro que carga la tierra.

Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños
que la calle se llena
y la plaza y el puente
y el mercado y la iglesia
y es nuestro cualquier niño cuando cruza la calle
y el coche lo atropella
y cuando se asoma al balcón
y cuando se arrima a la alberca;
y cuando un niño grita, no sabemos
si lo nuestro es el grito o es el niño,
y si le sangran y se queja,
por el momento no sabríamos
si el ¡ay! es suyo o si la sangre es nuestra.

Cuando se tiene un hijo, es nuestro el niño
que acompaña a la ciega
y las Meninas y la misma enana
y el Príncipe de Francia y su Princesa
y el que tiene San Antonio en los brazos
y el que tiene la Coromoto en las piernas.
Cuando se tiene un hijo, toda risa nos cala,
todo llanto nos crispa, venga de donde venga.
Cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro
y el corazón afuera.
Y cuando se tienen dos hijos
se tienen todos los hijos de la tierra,
los millones de hijos con que las tierras lloran,
con que las madres ríen, con que los mundos sueñan,
los que Paul Fort quería con las manos unidas
para que el mundo fuera la canción de una rueda,
los que el Hombre de Estado, que tiene un lindo niño,
quiere con Dios adentro y las tripas afuera,
los que escaparon de Herodes para caer en Hiroshima
entreabiertos los ojos, como los niños de la guerra,
porque basta para que salga toda la luz de un niño
una rendija china o una mirada japonesa.

Cuando se tienen dos hijos
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas
y ensangrentar las pelotas de goma
y zambullir en llanto ferrocarriles de cuerda.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza,
la luz y el llanto, a ver cuál es el que nos llega,
si el modo de llorar del universo
el modo de alumbrar de las estrellas.