Mi lampara va a apagarse; pormas que quiera reanimar su luzmoribunda; no podra durar tantotiempo como mi desvelo. Si pareceque duermo, no es el sueno el queembarga mis sentidos y si el descaecimientoque me causan una multitudde pensamientos que afligenmi alma y a los cuales no me es posibleresistir. Mi corazon esta siempredesvelado y mis ojos no se cierransino para dirigir sus miradasdentro de mi mismo; sin embargoestoy vivo, y segun mi forma y miaspecto, me parezco a los otros hombres.iAh! iel dolor deberia ser la escueladel sabio! Las penas son unaciencia, y los mas sabios son losque mas deben gemir sobre la fatalverdad. El arbol de la ciencia noes el arbol de la vida.Filosofia, conocimientos humanos,secretos maravillosos, sabiduriamundana, todo lo he ensayadoy mi espiritu puede abrazarlo todo,todo puedo someterlo a mi genio:iinutiles estudios! He sido generosoy bienhechor, he encontrado lavirtud aun entre los hombres ...ivana satisfaccion! He tenido enemigos;ninguno ha podido danarmey varios han caido delante de mi:iinutiles triunfos! El bien, el mal,la vida, el poder, las pasiones, todolo que veo en los demas ha sido parami como la lluvia sobre la aridaarena. Despues de aquella horamaldita... No conozco el terror, estoycondenado a no esperimentarnunca el temor natural, ni los latidosde un corazon que hacen palpitarel deseo, la esperanza o el amorde alguna cosa terrestre...
(Manfred, Lord Byron)