Es necesario estar atento a las señales; siempre hay algo desmoronándose a nuestro alrededor y en lo más íntimo de
nosotros, el abismo puede ser apenas una pequeña grieta en el piso: las apariencias engañan. Bastará un leve sismo para que la grieta abra sus fauces y te lleve al fondo de sus entrañas insondables. De todos modos es necesario continuar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario