domingo, 23 de septiembre de 2012

El silencio (Andrés Caicedo )




Lo que estabamos viendo ya lo sabíamos perfectamente, Era tu fin. No nos importaba nada más... Sólo eso: tu fin.  Veíamos todo pero callábamos. Eso era lo peor: callábamos. Pero en nuestro silencio comprendíamos que se nos iba algo de la vida. Yo y él El y yo Nosotros y ellos Todos. Es que sabes una cosa? Te llegamos a odiar terriblemente, ya no queríamos creer en ti. Ni en tus palabras. Recuerdas cuando nos encontraste? Éramos unas personas que trataban de encontrar la felicidad que prometía la vida en cualquier luciérnaga de apestosa esperanza y fe... Todas falsas. No teníamos nada en que depositar nuestras creencias, no podíamos confiar en nadie, por que a nada encaminábamos nuestros actos. Y nos encontraste. Quisiste librarnos de ese peso, de ese estúpido significado de la vida. Creímos en ti y te seguimos. Ideal, Aceptamos de buena gana tus mensajes. En ti veíamos la verdadera esperanza de nuestras existencias. Eras Nuestra estatua Preferida. Llegó el momento en que casi conocimos la felicidad, y te llegamos a idolatrar, Ideal. Ya el culto que te rendíamos no era como el de una simple y falsa misa; por ti hubiéramos llegado a la idolatría para después vencerla con el idealismo; alcanzábamos lo que nos proponíamos, y por eso amábamos. Por que el hombre nunca odia ni consigue todo lo que ha soñado hacer... Pero si sólo recibe desengaños odia con todas sus fuerzas. Claro, tenía que llegar. Después de todo, esta vida es bonita o no es bonita, eso depende. Y nosotros optamos por lo segundo, sabes por qué? Porque nos dimos cuenta que nos habías engañado... que ya tu presencia nos recordaba el día que el desengaño de nuestros propósitos nos golpeó en la jeta. Sí, Ideal... La vida nos había golpeado. Nos dimos cuenta que ya no podríamos alcanzar nuestros propósitos...Es muy sencillo, ni te das cuenta? Por eso, sencillamente por eso, Te odiamos. Si, tal vez te traicionamos, porque olvidamos tu enseñanza, ignoramos nuestro oficio en el mundo, nuestra búsqueda por la inexistente esperanza... dejamos todo eso para acabarnos en el maldito tedio, eso era lo único que encontrábamos, Por eso En parte tenías razón Pero no debiste dejarnos solos. Y si te dijera que después te buscábamos? Y si te dijera que te llamábamos a gritos y que te suplicábamos que aparecieras y que vinieras de nuevo a darnos un consuelo en nuestra maldita vida? !Ideal! !Ideal! !Ideal! !Ideal! !Ideal! Maldita sea. Por qué no aparecías? Llegó el día en que nos cansamos de buscarte, Ideal. No, no te hagas ilusiones... Te odiábamos pero te considerábamos necesario, solo eso. Entonces nos dimos cuenta que lo mejor era perseguirte y acabar contigo. Para que tu presencia se perdiera, y así poder vivir nosotros en paz sin recordarte

! uno 
dos y tres 
otra vez !

Necesitábamos matarte, Ideal...Era necesario Ahora escribo esto para recordarte, para poder escribir nuevamente tu palabra cinco veces: 

1. Ideal 
2. Ideal 
3. Ideal 
4. Ideal 
5. Ideal

Ya no existes, Ideal. Tal vez vivamos felices, no podría decirlo. Sería igual asegurar que uno -a uno y que dos es igual dos mas d o dds dos. Por eso, porque no existes, no nos preocupamos de nada. No tenemos propósitos, dejamos que todo nos suceda porque sí... No por que nosotros estemos interesados en que pase Por eso, porque no

Existes 
Existirás
Exististe.

Pero, amls 
Pero, mansdd 
Pero, malsd 
Pero, maldiss 
Pero, Mald 
Pero, Maldito Ideal 
Por qué no acudiste a nuestro llanto? 

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