sábado, 25 de diciembre de 2010

Las soledades de Babel (Mario Benedetti)


La soledad es nuestra propiedad más privada 
viejo rito de fuegos malabares
 
en ella nos movemos e inventamos paredes
 
con espejos de los que siempre huimos
la soledad es tiempo / veloz o detenido / 
reflexiones de noria / espirales de humo /
 
con amores in vitro / desamores in pectore /
 
y repaso metódico de la buena lujuria
la soledad es noche con los ojos abiertos 
esbozo de futuro que escondió la memoria
 
desazones de héroe encerrado en su pánico
 
y un sentido de culpa / jubilado de olvido
es la tibia conciencia de cómo deberían 
haber sido los cruces de la vida y la muerte
 
y también el rescate de los breves chispazos
 
nacidos del encuentro de la muerte y la vida
la soledad se sabe sola en mundo de solos 
y se pregunta a veces por otras soledades
 
no como viacrucis entre ánimo y ánima
 
más bien con interés entomológico
todavía hace un tiempo / en rigor no hace tanto 
las soledades / solas / cada una en su hueco
 
hablaban una sola deshilachada lengua
 
que en los momentos claves les servía de puente
o también una mano una señal un beso 
acercaban al solo la soledad contigua
 
y una red solidaria de solos conectaba
 
las geografías y las esperanzas
en el amor y el tango los solos se abrazaban 
y como era de todos el idioma del mundo
 
podían compartir la tristeza y el goce
 
y hasta se convencían de que no estaban solos
pero algo ha cambiado / está cambiando 
cada sólo estrenó su nueva cueva
 
nuevo juego de llaves y candados
 
y de paso el dialecto de uno solo
ahora cuando bailan los solos y las solas 
ya no se enlazan / guardan su distancia
 
en el amor se abrazan pero piensan
 
en otro abrazo / el de sus soledades
las soledades de babel ignoran 
qué soledades rozan su costado
 
nunca sabrán de quién es el proyecto
 
de la torre de espanto que construyen
así / diseminados pero juntos 
cercanos pero ajenos / solos codo con codo
 
cada uno en su burbuja / insolidarios
 
envejecen mezquinos como islotes
y aunque siga la torre cielo arriba
en busca de ese pobre dios de siempre
ellos se desmoronan sin saberlo
soledades abajo / sueño abajo 

Las primeras miradas (Mario Benedetti)


Nadie sabe en qué noche de octubre solitario,
de fatigados duendes que ya no ocurren,
puede inmolarse la perdida infancia
junto a recuerdos que se están haciendo.

Qué sorpresa sufrirse una vez desolado,
escuchar cómo tiembla el coraje en las sienes,
en el pecho, en los muslos impacientes
sentir cómo los labios se desprenden
de verbos maravillosos y descuidados,
de cifras defendidas en el aire muerto,
y cómo otras palabras, nuevas, endurecidas
y desde ya cansadas se conjuran
para impedirnos el único fantasma de veras.

Cómo encontrar un sitio con los primeros ojos,
un sitio donde asir la larga soledad
con los primeros ojos, sin gastar
las primeras miradas,
y si quedan maltrechas de significados,
de cáscara de ideales, de puresas inmundas,
cómo encontrar un río con los primeros pasos,
un río -para lavarlos- que las lleve.

Las Palabras (Mario Benedetti)


No me gaste las palabras 
no cambie el significado
 
mire que lo que yo quiero
 
lo tengo bastante claro
si usted habla de progreso 
nada más que por hablar
 
mire que todos sabemos
 
que adelante no es atrás
si está contra la violencia 
pero nos apunta bien
 
si la violencia va y vuelve
 
no se me queje después
si usted pide garantías 
sólo para su corral
 
mire que el pueblo conoce
 
lo que hay que garantizar
no me gaste las palabras 
no cambie el significado
 
mire que lo que yo quiero
 
lo tengo bastante claro
si habla de paz pero tiene 
costumbre de torturar
 
mire que hay para ese vicio
 
una cura radical
si escribe reforma agraria 
pero sólo en el papel
 
mire que si el pueblo avanza
 
la tierra viene con él
si está entregando el país 
y habla de soberanía
 
quién va a dudar que usted es
 
soberana porquería
no me gaste las palabras 
no cambie el significado
 
mire que lo que yo quiero
 
lo tengo bastante claro
no me ensucie las palabras 
no les quite su sabor
 
y límpiese bien la boca
 
si dice revolución.
 

Bostezo (Mario Benedetti)


¿No te aburre asistir a esta sequía
de los sentimientos? ¿a esta
chafalonía de los vencedores?
¿al promesario de los púlpitos?
¿al fuego fatuo de los taumaturgos?
¿al odio de los viscerales?
¿no te empalagan los alabanceros?
¿la caridad de los roñosos?
¿el sesgo irónico de las encuestas?
¿los mentirosos constitucionales?
¿no te amola el zumbido de los frívolos?
¿las guasas del zodíaco?
¿el vaivén de la bolsa?
¿no te viene el deseo irreprimible
de abrir la boca en un bostezo espléndido?

pues entonces bosteza / hijo mío / bosteza
con la serenidad de los filósofos
y la cachaza de los hipopótamos

Intimidad (Mario Benedetti)

 Soñamos juntos 
 juntos despertamos
 el tiempo hace o deshace
 mientras tanto
 no le importan tu sueño
 ni mi sueño
 somos torpes
 o demasiado cautos
 pensamos que no cae
 esa gaviota
 creemos que es eterno
 este conjuro
 que la batalla es nuestra
 o de ninguno
 juntos vivimos
 sucumbimos juntos
 pero esa destrucción
 es una broma
 un detalle una ráfaga
 un vestigio
 un abrirse y cerrarse
 el paraíso
 ya nuestra intimidad
 es tan inmensa
 que la muerte la esconde
 en su vacío
 quiero que me relates
 el duelo que te callas
 por mi parte te ofrezco
 mi última confianza
 estás sola
 estoy solo
 pero a veces
 puede la soledad
 ser una llama.