sábado, 25 de diciembre de 2010

Costernados, Rabiosos (Mario Benedetti)

Así estamos 
consternados 
rabiosos 
aunque esta muerte sea 
uno de los absurdos previsibles
da verguenza mirar 
los cuadros 
los sillones 
las alfombras 
sacar una botella del refrigerador 
teclear las tres letras mundiales de tu nombre 
en la rígida máquina 
que nunca 
nuca estuvo 
con la cinta tan pálida
vergüenza tener frío 
y arrimarse a la estufa como siempre 
tener hambre y comer 
esa cosa tan simple 
abrir el tocadiscos y escuchar en silencio 
sobre todo si es un cuarteto de Mozart
da vergüenza el confort 
y el asma da vergueza 
cuando tú comandante estás cayendo 
ametrallado 
fabuloso 
nítido
eres nuestra conciencia acribillada
dicen que te quemaron 
con qué fuego 
van a quemar las buenas 
las buenas nuevas 
la irascible ternura 
que trajiste y llevaste 
con tu tos 
con tu barro
dicen que incineraron 
toda tu vocación 
menos un dedo
basta para mostrarnos el camino 
para acusar al monstruo y sus tizones 
para apretar de nuevo los gatillos
así estamos 
consternados 
rabiosos 
claro que con el timpo la plomiza 
consternación 
se nos irá pasando 
la rabia quedará 
se hará mas limpia
estás muerto 
estás vivo 
estás cayendo 
estás nube 
estás lluvia 
estás estrella
donde estés 
si es que estás 
si estás llegando
aprovecha por fin 
a respirar tranquilo 
a llenarte de cielo los pulmones
donde estés 
si es que estás 
si estás llegando 
será una pena que no exista Dios
pero habrá otros 
claro que habrá otros 
dignos de recibirte 
comandante. 

Certificado de Existencia (Mario Benedetti)

     Dijo el fulano presuntuoso / 
     hoy en el consulado
 
     obtuve el habitual
 
     certificado de existencia
     consta aquí que estoy vivo 
     de manera que basta de calumnias
     este papel soberbio / irrefutable 
     atestigua que existo
     si me enfrento al espejo 
     y mi rostro no está
 
     aguantaré sereno
 
     despejado
     ¿no llevo acaso en la cartera 
     mi recién adquirido
 
     mi flamante
 
     certificado de existencia?
     vivir / después de todo 
     no es tan fundamental
 
     lo importante es que alguien
 
     debidamente autorizado
 
     certifique que uno
 
     probadamente existe
     cuando abro el diario y leo 
     mi propia necrológica
 
     me apena que no sepan
 
     qu estoy en condiciones
 
     de mostrar dondequiera
 
     y a quien sea
 
     un vigente prolijo y minucioso
 
     certificado de existencia
     existo 
     luego pienso
     ¿cuántos zutanos andan por la calle 
     creyendo que están vivos
 
     cuando en rigor carecen del genuino
 
     irremplazable
 
     soberano
 
     certificado de existencia?
 

Desaparecidos (Mario Benedetti)

Están en algún sitio / concertados
desconcertados / sordos
buscándose / buscándonos
bloqueados por los signos y las dudas
contemplando las verjas de las plazas
los timbres de las puertas / las viejas azoteas
ordenando sus sueños sus olvidos
quizá convalecientes de su muerte privada

nadie les ha explicado con certeza
si ya se fueron o si no
si son pancartas o temblores
sobrevivientes o responsos

ven pasar árboles y pájaros
e ignoran a qué sombra pertenecen

cuando empezaron a desaparecer
hace tres cinco siete ceremonias
a desaparecer como sin sangre
como sin rostro y sin motivo
vieron por la ventana de su ausencia
lo que quedaba atrás / ese andamiaje
de abrazos cielo y humo

cuando empezaron a desaparecer
como el oasis en los espejismos
a desaparecer sin últimas palabras
tenían en sus manos los trocitos
de cosas que querían

están en algún sitio / nube o tumba
están en algún sitio / estoy seguro
allá en el sur del alma
es posible que hayan extraviado la brújula
y hoy vaguen preguntando
dónde carajo queda el buen amor
porque vienen del odio.

Chau Pesimo (Mario Benedetti)


Ya sos mayor de edad
tengo que despedirte
pesimismo

años que te preparo el desayuno
que vigilo tu tos de mal agüero
y te tomo la fiebre
que trato de narrarte pormenores
del pasado mediato
convencerte de que en el fondo somos
gallardos y leales
y también que al mal tiempo buena cara

pero como si nada
seguís malhumorado arisco e insociable
y te repantigás en la avería
como si fuese una butaca pullman

se te ve la fruición por el malogro
tu viejo idilio con la mala sombra
tu manía de orar junto a las ruinas
tu goce ante el desastre inesperado

claro que voy a despedirte
no sé por qué no lo hice antes
será porque tenés tu propio método
de hacerte necesario
y a uno lo deja triste tu tristeza
amargo tu amargura
alarmista tu alarma

ya sé vas a decirme no hay motivos
para la euforia y las celebraciones
y claro cuandonó tenés razón

pero es tan boba tu razón tan obvia
tan remendada y remedada
tan igualita al pálpito
que enseguida se vuelve sinrazón

ya sos mayor de edad
chau pesimismo

y por favor andate despacito
sin despertar al monstruo